El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y el Ayuntamiento de Quicena firmaron ayer la encomienda al municipio de la gestión de las actividades orientadas a la promoción del castillo de Montearagón. Esta cesión de gestión parcial tiene por objetivo conseguir el realce de este importante castillo, su gestión turística y la defensa del Patrimonio Histórico-Artístico de la provincia de Huesca, informaron fuentes de la Delegación del Gobierno en Aragón en una nota de prensa. La cesión coincide con la redacción del proyecto de consolidación y restauración del castillo, al que el ministerio de Cultura ha destinado más de 1.436.000 euros, repartidos en dos anualidades de 1.143.000 y 293.000 euros, respectivamente, y que en la actualidad está en fase de redacción.

La intervención tiene como objetivo garantizar la consolidación estructural del castillo y permitir la evacuación de las aguas de este pequeño montículo, muy afectado por la erosión. El castillo de Montearagón es un conjunto de grandes dimensiones que tiene una superficie aproximada de 3.500 m2 con fuertes muros provistos de varias torres. Su planta dibuja un polígono irregular, enteramente rodeada por un camino de ronda, delimitado por un muro contra el terreno que ejercía función de barrera exterior, y del que subsisten algunos lienzos en su arranque. Es obra de sillar, de módulos potentes y con perfecto trabajo. El muro, ahora muy deteriorado, presenta numerosas reformas realizadas entre los siglos XV y XVIII.

En la fachada sur se ubica la torre albarrana, bastante bien conservada, que un poco separada de la muralla principal se une a la misma mediante un puente sustentado por un bóveda de medio punto que era la entrada principal. De ella no queda más que un elevado y estrecho lienzo que permite adivinar el primitivo trazado. En el interior, se destaca al majestuoso conjunto formado por la torre del homenaje y la iglesia. La torre es de construcción románica en origen y presenta la entrada en alto de las torres defensivas cristianas.