La gripe satura estos días las urgencias de la gran mayoría de los hospitales de Aragón, aunque sin llegar al colapso. Así, en el hospital Miguel Servet de Zaragoza había ayer a última hora de la mañana 25 camas en boxes, camillas y sillas en pasillos, donde esperaban los pacientes, según CSIF. Fuentes del hospital confirmaron a este diario que «sí que hay movimiento» estas jornadas en el servicio, aunque precisaron que «no son las cifras de atención de la primera semana del año, que fue la mala», añadieron. El lunes hubo 420 atenciones en el Servet, el martes fueron 360 y, conforme avanzó la semana, se llegó hasta los 390.

En este centro, la presión asistencial ha obligado a la dirección a abrir una parte en Maternidad para ingresos, mientras que las derivaciones a otros hospitales y las «bastantes altas» que se han ido dando estos días permite aliviar la situación en Urgencias.

Por su parte, en el hospital Clínico hubo reboxes —pacientes que quedan en boxes por la falta de espacio para ingreso— durante toda la mañana, mientras en el Royo Villarroya el servicio presentaban 18 personas en observación pendiente de ingreso y 18 a la espera de ser atendidos. «Las camillas estaban por los pasillos», añadieron desdes CSIF.

La saturación en los centros de Zaragoza también se dio en otros hospitales de la comunidad. Así, en Alcañiz el servicio estaba «lleno, pero sin rebosar», mientras que el Obispo Polanco de Teruel y el San Jorge de Huesca registraron un «ritmo fuerte de atenciones, pero sin colapso».

En el hospital de Basbastro, sus urgencias no estaban saturadas como tal, según fuentes CSIF, pero sí había «reboxes, pacientes complicados y muy pocas altas», precisaron. En este centro, el sindicato prevé que la próxima semana la situación pueda complicarse de seguir a este ritmo de atenciones por la gripe. «Es muy posible que la semana que viene se tengan que suspender quirófanos» por falta de camas, apuntó el colectivo sindical.

«DESBORDADOS»

Por su parte, el Sindicato de Enfermería Satse denunció ayer que «la falta de previsión de las administraciones sanitarias públicas» por la incidencia de la gripe ha provocado, un año más, el colapso y saturación de los servicios de urgencias «de prácticamente todo el país», señalaron. Entre ellos, Satse cita la situación del hospital Miguel Servet de Zaragoza.

Estos profesionales sanitarios denunciaron que se sienten «absolutamente desbordados» con las presión asistencial. «Pacientes en camillas y sillas de ruedas por los pasillos, esperas de resultados superiores a las 48 horas, espacios sin cortinas ni biombos que ofrezcan cierta intimidad son situaciones que se suceden y que demuestran una clara pasividad de los servicios de salud», denunció Satse.

Una situación que, según el sindicato, «conlleva un incremento del riesgo» para la salud de los pacientes y un aumento del estrés que sufren los profesionales. «Salvo contadas excepciones, hasta que las urgencias no se saturan no se plantean tomar decisiones al respecto. Siempre tarde y mal», denunciaron. El sindicato reclamó «una planificación apropiada, un aumento previo de las plantillas y camas y refuerzo en Atención Primaria».