Cuando se cumplen dos meses de prórroga presupuestaria y de desencuentros entre el Gobierno de Aragón y Podemos a la hora de acordar unas nuevas cuentas para la comunidad, el portavoz de la DGA, Vicente Guillén, todavía encuentra espacios para mostrarse «esperanzado» en sus relaciones con el partido morado.

Guillén se aferró a unas declaraciones en Madrid del líder de Podemos, Pablo Echenique, en las que reconocía haber estado buscando junto al grupo parlamentario opciones de desbloqueo que no pasen por la petición de dimisión del consejero de Hacienda, Fernando Gimeno. Y a pesar de que la conclusión era que no las habían encontrado, para la DGA es muestra de «una posición más flexible, sin exigir cosas imposibles».

Por ahora, el siguiente paso del Ejecutivo será llevar a la cámara el techo de gasto, un trámite técnico necesario para poder aprobar el presupuesto. Guillén aseguró que este movimiento se realizará «a la mayor brevedad posible», aunque sin detallar que apoyos esperan encontrar para aprobarlo.

Para el consejero de Presidencia, este gesto será «el punto de inflexión» que podría favorecer unas cuentas para este 2017 en las que se consigna un incremento de las partidas para educación, sanidad o dependencia.

El último desencuentro con Podemos está en la figura de Gimeno, al que Echenique considera «un intocable en el régimen aragonés» que ha provocado «la reacción de todos los poderes fácticos que han puesto su protección por delante de la negociación presupuestaria». Por ese motivo, la exigencia de su dimisión sigue en pie.

A pesar de la falta de acuerdo la DGA no está dispuesta a explorar otras alianzas para aprobar las cuentas. «Apostar por los cuatro partidos de izquierdas significa mantener la coherencia con los que permitieron la investidura», indicó Guillén.