La compra de los terrenos señalados en Ontiñena por International Leisure Development (ILD), el consorcio promotor del complejo de casinos y parques temáticos Gran Scala, no se producirá antes de que haya pasado un año. Mañana jueves vencían las opciones de compra sobre 1.100 hectáreas, cuyos propietarios han recibido 960 euros en los últimos dos años y tenían pendientes de recibir otros 7.040. Sin embargo, este jueves no se materializarán esos pagos.

Un representante de la compañía propuso ayer, en una reunión celebrada en el local social de la localidad, a los propietarios de las 1.100 hectáreas por las que ya ha pagado un 12% del precio acordado --8.000 euros por hectómetro cuadrado-- prorrogar el sistema de señales otro año a cambio de recibir otro 2% de esa cantidad --160 euros-- cada cuatro meses y dejar para febrero del 2012 el pago del 82% restante.

Paralelamente, el consorcio propuso a los dueños de las alrededor de 300 hectáreas que no entraron en el primer trato por no estar regularizada su situación registral --y que ahora sí tienen los papeles en regla-- unirse al nuevo modelo de opción de compra: un 2% a final de febrero, otro tanto en junio y un tercer pago en octubre para formalizar la adquisición en febrero del 2012 con el desembolso del 94% pendiente.

Los propietarios de los terrenos quedaron convocados para un nuevo encuentro el jueves a las cinco de la tarde. Los abogados de ILD llevarán la documentación para ampliar el acuerdo. Quien lo suscriba ganará la expectativa de ingresar 480 euros por hectárea a lo largo de los próximos doce meses. Quien no lo haga recuperará la íntegra posesión de sus fincas y se quedará con los 960 que ha cobrado por mantener vigente la cesión de compra durante los últimos 24 meses.

Los pocos vecinos que decidieron atender a los medios de comunicación al finalizar la reunión, que se prolongó por espacio de una hora y cuarto, y algunos que luego se pasaron por los bares de la localidad, se mostraron favorables a la aceptar la propuesta de ampliación: les crea una expectativa de ingresos y, durante ese año, pueden seguir cultivando sus tierras.

No obstante, la proposición de International Leisure Development también provocó malestar en una parte de los propietarios de las 300 hectáreas registradas en los últimos meses, a los que no termina de convencer el hecho de no acceder al 12% que ya han recibido los alrededor de 70 vecinos que firmaron las opciones de compra hace dos años. "Estos no compran ni nada", comentó una joven que salió de la reunión cuando apenas habían transcurrido veinte minutos.

DESCONFIANZA No fue la única asistente que apuntó en esa dirección. Varios vecinos coincidían en desconfiar de que ILD disponga de la liquidez necesaria para afrontar la compra de los terrenos y para poner en marcha el macrocomplejo. "Ya veremos si pagan", dijo Pascual Sanz. "Me huele que no hay ni poco dinero", añadía otro vecino.

El alcalde de Ontiñena, Ángel Torres, admitió tras la reunión que ILD "tiene sus problemas", aunque apuntó a "los malos momentos financieros" actuales y se mostró partidario de formalizar la prórroga "para que este proyecto no muera". "Por lo menos antes de febrero del año que viene", apostilló.

Los responsables de International Leisure Development dedicarán ese año a buscar la financiación para el proyecto del macrocomplejo.

En febrero deberán haber conseguido varios millones de euros: 7,5 para comprar las 1.100 hectáreas tanteadas hace dos años, 2,2 para completar la adquisición de las 300 que puede sumar mañana, casi diez para que la gestora del proyecto tenga el capital social mínimo que exige la Ley de Centros de Ocio de Alta Capacidad y otros tres --sirven avales-- que deberán entregar a la DGA para iniciar la tramitación. Es decir, 22,7 millones a los que habría que añadir lo que cuesten las tierras que aporte el ayuntamiento y, se supone, algún dinero para financiar las gestiones que deberían dar cuerpo a una iniciativa que, en su versión original, iba generar una inversión de 17.000 millones.