La doctora Jean Calder es directora de rehabilitación del Centro de Desarrollo de Habilidades de la ciudad de Al Amal, al sur de la Franja de Gaza. Ayer, junto a su hija invidente, Dalal Al Taji, jefa del departamento de educación, dieron una charla en Zaragoza sobre la situación de los discapacitados en Palestina.

--¿Cómo afrontan las personas con discapacidad la vida en la Franja de Gaza?

--Jean Calder: Para alguien que tiene una incapacidad no es lo mismo Europa que Palestina, allí es como una dimensión diferente porque la guerra pone muchas barreras para evolucionar. Además, ellos viven experiencias muy duras que les afectan a nivel psicológico. La guerra crea también una discapacidad mental.

-- Dalal Al -- Taji: Creo que el problema más grave es que no hay suficientes recursos para desarrollar determinados servicios. Esto provoca que para un discapacitado, integrarse en esta situación sea casi imposible.

--¿Cómo es actualmente la situación en Al Amal?

--J. C.: A los que más perjudica es a los niños. También el apartado psicológico se tiene que trabajar mucho porque la gente tiene terribles pesadillas y tienen que salir adelante con ello.

--D. A.: Es muy grave y el problema es que afecta directamente a la población y mucho más a los desfavorecidos. La gente está cansada.

--¿Qué es lo más positivo de su trabajo?

--J. C.: Lo más positivo es el ver cómo aquellos niños y niñas a los que has educado durante muchos años consiguen llegar a la universidad. Y otro aspecto que quiero destacar es que he comprobado que a la gente le importa la situación que se vive en Palestina. Eso lo estamos sintiendo en todas las charlas que damos en España. Nos sentimos muy arropados porque hay un intercambio de pensamientos

D. A.: He comprobado el desarrollo de muchas personas. Ver como con esfuerzo la gente consigue lo que quiere es increíble.