Su llegada, custodiada por motoristas, podía haber sido el augurio de la visita del controvertido rey de las audiencias, del hombre que arrasa (hasta en el Principal estos días, que colgó el lleno con su obra Iba en serio, con Kiti Mánver)... Pero la visita de Jorge Javier Vázquez a la Hermandad del Refugio de Zaragoza, con la que él colabora, fue un acto de lo más sencillo. Para los voluntarios, para la casa... Y hasta para los niños de la guardería y la Gota de leche, para los que Jorge Javier no es más famoso que la Patrulla canina y a los que él dedicó su tiempo. Una diría que gana en la distancia corta.

Se le esperaba a las 11.45 horas. Y hasta llegó antes (nada de voy tarde porqueyolovalgo). Lo hizo acompañado de los motoristas de los Ángeles Guardianes (que tantas veces dan visibilidad a los actos del Refugio) y de Zaragoza Chapter... Y junto a su Conchita Pérez, poligrafista del Poli Deluxe y zaragozana, que inició hace años un proyecto de Arte devoto por la hermandad y de cuya mano conoció Jorge Javier Vázquez el proyecto. "Fue por casualidad... Un día, él estaba de bajón y le regalé una de nuestras pulseras con la medida de la Virgen", explicaba ella. A partir de ahí, comenzó a hablar de la Gota de Leche en el programa... Aquellas menciones se convirtieron en una gran publicidad para el Refugio (con el que ambos colaboran económicamente). Y la medida se quedó en la muñeca de Jorge Javier como un talismán.

Todo aquello fue un "empujón" para la hermandad, según decía ayer su presidente, Manuel Marqueta, que acompañó a ambos en la visita. El presentador conoció hasta el servicio de Gota de Leche, que atiende niños sin recursos hasta que cumplen los 14 meses. En el 2015, ayudaron a 425 bebés. "Estoy impactado", reconoció Jorge Javier. Y de ahí vuelta al teatro, con más entradas agotadas, a la tele... A lo que venga. El Refugio seguirá allí. Quizás, también, en el próximo Deluxe.