El titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Teruel ha retirado la custodia de sus dos hijos menores a un hombre investigado por dos presuntos delitos de violencia de género contra su mujer, respecto a la cual también le impone una orden de alejamiento al menos mientras duren las pesquisas sobre el caso.

Este fue denunciado el pasado martes por el hermano y la cuñada de la víctima, a través de una llamada al teléfono 016, según informó el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA).

Según consta en la denuncia, el marido quitó el teléfono móvil a su mujer y se marchó del domicilio después de arrebatarle las llaves de la vivienda y de los vehículos familiares, «en una clara actitud de hostigamiento hacia ella», hicieron constar sus familiares. La dejó encerrada en la casa, -«no literalmente», pero si salía no podía volver a entrar-, donde la encontraron las fuerzas de seguridad.

En su auto, el juez prohíbe al denunciado acercarse a menos de 100 metros de su esposa, le retira la guarda y custodia de sus hijos, le impone una pensión mensual de 500 euros, le priva de su licencia de uso de armas (y de las intervenidas en su casa) pero deja la vivienda en manos del hombre, ya que la mujer renunció a ella. La tendrá 15 días, para recoger sus cosas.

El instructor, no obstante, establece un régimen de visitas para que el denunciado pueda mantener contacto con sus hijos.

VIOLENCIA PSÍQUICA / Entiende el juez que los hechos «exceden de ser una mera discusión matrimonial, incluyendo el empleo de cierta violencia psíquica presumiblemente acaecida durante el matrimonio, lo que coloca a la perjudicada en una situación de desamparo».

Considera, además, «indiciariamente acreditado» el hecho de que el hombre podría haber mantenido una actitud «déspota» contra su esposa y dirigirle comentarios vejatorios e injuriosos» como «tonta, loca, no vales para nada», entre otros.

A este respecto, estima que la denuncia se deriva del carácter «excesivamente controlador del denunciado, máxime cuando los hechos al parecer no acaecen de forma puntual sino con prolongación en el tiempo». Llega a destacar la «potencialidad agresiva» del investigado como justificación de las medidas cautelares.

Por estas razones, el juez considera la medida acordada «estrictamente necesaria» para la protección de la mujer de su marido, al que considera presunto responsable de un delito de menoscabo psíquico y otro de injurias, en el ámbito de la violencia de género.