La negociación del presupuesto va «relativamente bien». O al menos así lo indicó ayer el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, tras las críticas del Partido Popular por el retraso con el que se aprobarán de nuevo las cuentas. A pesar de que el Ejecutivo se comprometió a tener listo este capítulo antes de fin de año, en este momento parece poco probable que pueda cumplir su palabra.

Lambán destacó que ya están trabajando sobre un borrador «con bastante luz y taquígrafos» en sus reuniones tanto como Podemos como con Izquierda Unida. El dirigente socialista indicó que la intención del documento será «incidir en las políticas sociales» y lo contrapuso a los presupuestos aprobados por el PP con sus socios al considerar que con ellos «se retrocedía».

El líder de los populares, Luis María Beamonte, criticó el retraso de Aragón en esta materia al recordar que la mayoría de las comunidades autónomas ya han aprobado sus cuentas. «A usted se le da mejor insultar que hablar», expresó en relación a los últimos enfrentamientos dialécticos que ha mantenido con el presidente de la DGA.

El PP recordó que la falta de presupuestos puede afectar a partidas como tanto educativas como sanitarias y aseguró que la izquierda solo logra el acuerdo «para la subida de impuestos».

El precedente estaría en las complicaciones que se han producido este ejercicio por la aprobación con bastantes meses de retraso de las cuentas. Beamonte igualmente acusó a la DGA de «gestión vacía» y volvió a incidir en los «problemas de gobernabilidad» a los que tienen que hacer frente.

Para restar importancia a la falta de presupuestos Lambán se escudó en la situación estatal y a la previsible prórroga que se avecina. «Otras autonomías pueden haber aprobado sus cuentas, pero las verdaderamente importantes ni están ni se las espera», aseguró.