El juez que instruye el caso de los ocho iraquís que viajaban en la caja de un camión frigorífico con destino al Reino Unido dictó ayer libertad provisional para el chófer del vehículo, un hombre rumano de 37 años. El conductor puede hacer vida normal pero en calidad de investigado, según señalaron fuentes de la Guardia Civil.

El chófer no tiene la obligación de presentarse en el juzgado en fechas concretas pero ha de estar localizable para que puedan seguir realizándose pesquisas.

El camionero fue detenido el pasado viernes por efectivos de la Benemérita en la estación de servicio de Villafranca del Campo, en la A-23, tras recibirse una llamada en la Guardia Civil que avisaba de que en el vehículo pesado, de una empresa murciana, viajaban ocho inmigrantes iraquís, cuatro de ellos menores.

48 HORAS

Antes de que acabara el periodo de detención de 72 horas, el magistrado lo prolongó 48 horas más para pode seguir avanzando en la investigación, pues se trata de determinar quién efectuó la llamada que avisaba de la presencia de los refugiados.

Estos declararon que fueron ellos quienes se pusieron en contacto con el 112, mientras que el chófer alegó que fue él quien, al oír ruidos extraños en el interior de la cámara frigorífica, alertó a la Guardia Civil.

Los iraquís se hallan en la actualidad en Zaragoza, donde la oenegé Accem se ha hecho cargo de ellos. Pertenecen a tres grupos distintos: dos padres con dos tres hijos, una mujer con un menor y un hombre que va solo.

Su caso se parece mucho al de otro grupo numeroso de refugiados kurdos que el pasado mes de febrero fueron descubiertos dentro de otro camión en el área de servicio existente en Ferreruela, también en la A-23.

Sin embargo, el delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde, fue tajante el pasado lunes en Huesca cuando afirmó que no existen pruebas de que esté operando en Aragón, en el corredor de la autovía Mudéjar, una red organizada dedicada al tráfico de seres humanos.

HUIDA

Con todo, resulta llamativo que ambos camiones se dirigieran al Reino Unido, uno de los países preferidos por los refugiados que abandonan Siria e Irak, huyendo de la guerra con el ISIS. En este sentido, un número considerable de los que huyen prefieren recorrer el norte de África, siguiendo los países del Magreb, en lugar de aventurarse a atravesar el Mediterráneo camino de Grecia.

En cualquier caso, los hallazgos de la A-23 revelan que Aragón es tierra de paso, más o menos activa, para un número indeterminado de personas que buscan una nueva vida en Europa.