Estupor en las filas aragonesistas. PP y PAR van a poner en marcha en las próximas semana el grupo de trabajo que se encargará de estudiar la modificación de las competencias de comarcas, diputaciones y ayuntamientos. Aunque es entre los aragonesistas donde peor ha sentado la idea. De momento, cunde la prudencia y todos los partidos prefieren guardar silencio para expresar su opinión. Pero la presidenta del Gobierno de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, está empeñada en sacar adelante este tema. Esta misma semana ha mantenido las primeras reuniones con los suyos para articular la comisión. De momento, lo único seguro es que su hombre de máxima confianza y presidente de la DPZ, Luis María Beamonte, coordinará la delegación popular.

La propuesta, lanzada por el presidente del PAR, José Ángel Biel, de que las comarcas asuman la administración de los ayuntamientos de menos de 500 habitantes ha causado sorpresa, cuando no rechazo frontal entre los aragonesistas. Aunque nadie se atreve a expresarlo abiertamente. Así que de momento, nadie entre los aragonesistas se atreve a contradecir las palabras de su líder.

Sí coinciden en señalar todos los presidentes comarcales consultados por este diario en que si realmente progresa esta medida estas instituciones deberán contar con una mayor dotación económica para contratar personal y poder prestar los nuevos servicios que se les encomienden. A pesar de ello, muchos temen que la propuesta termine por dejar a los ayuntamientos vacíos de contenido y sin capacidad de maniobra. Una opinión que coincide con la de alcaldes de muchos municipios, que desde el desconocimiento de la idea concreta, prefieren esperar.

Carlos Boné, presidente de la Federación Aragonesa de Municipios, Comarcas y Provincias (FAMCP), desde la cautela, admite que la propuesta le parece "complicada". "Habría que hablar sobre las competencias administrativas que se traspasan, pero resultaría un tanto caótico porque en muchas comarcas la mayoría de localidades no superan los 500 habitantes y el volumen de trabajo sería muy alto", subrayó.

Boné apuesta, por ejemplo, por centralizar servicios como el de los secretarios, que ahora ya comparten algunos municipios. "Esto supondría un ahorro para los consistorio y quizás sería una medida interesante", destacó.

Parecido piensa el aragonesista y presidente de la Comarca de Daroca, Míchel García. "Es cierto que la administración de un ayuntamiento con 20 vecinos es complicada, tiene unos costes muy altos y ahora toca ser más realistas que nunca", admitió. "Son temas que se deben estudiar con detenimiento, pero con propuestas concretas sobre la mesa". Pese a ello, cree que tener a los secretarios "centralizados estaría muy bien".

Respecto a las diputaciones, cuyos cambios pasarían por quitarse atribuciones para que estuvieran centradas en la atención a los municipios, sus presidentes no quieren hablar. Ni siquiera el socialista de la institución provincial oscense, Antonio Cosculluela. Pero en el PSOE no ha sentado nada bien que se les excluya del grupo de trabajo porque se considera que la arquitectura institucional debería estar lo más pactado posible entre todas las fuerzas.