El 84,4% de los presos españoles sufre o ha sufrido enfermedades mentales en algún momento de su vida en las prisiones españolas, en su mayoría --un 76%-- por adicción o abuso de drogas, según un estudio realizado sobre una población de más de 700 reclusos de cinco cárceles de Cataluña, Madrid y Zaragoza.

Esa cifra está lejos de la prevalencia de los trastornos mentales en la población general, que es un 15,7%, y se explica por la influencia del consumo de drogas en el desarrollo de diferentes trastornos mentales, según afirmó en una entrevista con Europa Press el director de Psiquiatría Penitenciaria del Parc Sanitari de Sant Joan de Déu, Francesc Pérez Arnau, que ha colaborado en la elaboración del estudio.

POLICONSUMO "Un porcentaje muy bajo sólo consume alcohol, pero, a partir de aquí, lo que es más frecuente es la combinación de diferentes y muchas sustancias", explicó. Se trata del policonsumo, que tiene una relación directa con el incremento de la violencia y el desarrollo de patologías, incluidas las psicosis.

Pérez Arnau relató que el riesgo de reincidencia y las conductas violentas están vinculadas con el consumo de drogas: "El enfermo mental que no consume es igual de peligroso que su vecino sano. Es la combinación con el consumo de drogas lo que puede acentuar la violencia".

Según explicó, la aparición de enfermedades mentales en los internos que no han consumido estupefacientes durante su vida se rebaja hasta el 8,6%. De los 707 presos analizados, sólo el 23,8% aseguró que nunca se había drogado.