La organización Arico surgió al calor de la Ley de Memoria Histórica y ha desarrollado una intensa labor en Aragón, sobre todo en la apertura de fosas comunes repartidas por la comunidad, en comarcas como las Cinco Villas y Calatayud, por citar solo dos entre muchos ejemplos. En la zona bilbilitana, ha desarrollado una gran labor de documentación sobre la represión registrada durante la guerra civil, con su corolario de fusilamientos en parajes como el barranco de La Bartolina y en las propias tapias del cementerio.