Dos hombres perdieron ayer la vida en las carreteras aragonesas, sumándose al joven que también falleció anteayer en Cabañas de Ebro para convertir al último fin de semana de noviembre en uno de los más trágicos del año en cuanto a la siniestralidad vial. Las víctimas de ayer fueron un riojano de 77 años, que viajaba como acompañante en un turismo siniestrado en la A-23, y un motorista que chocó con un jabalí que invadió la carretera.

Ambos accidentes sucedieron con apenas una hora de diferencia. En el segundo, la víctima, identificada con las iniciales F. G. R., viajaba en el asiento del copiloto cuando el coche que conducía su hermano, por causas desconocidas, se salió de la autovía Mudéjar en el kilómetro 236, a su paso por Cariñena. A las 11.50 horas los servicios de emergencia comenzaron a recibir llamadas por el siniestro, pero aunque el helicóptero del 112 se trasladó al lugar, no pudieron hacer nada por salvar la vida de la víctima. El conductor salió herido, de carácter leve según fuentes de la Guardia Civil.

Una hora antes había sucedido el otro accidente, en el que falleció un vecino de María de Huerva de 48 años, A. A. M. Según explicaron fuentes de Protección Civil, la víctima había acudido con otros compañeros a una concentración motera en Daroca. Decidieron trasladarse a Calamocha y en el camino, cuando atravesaban la N-240 a la altura de la pedanía de Luco de Jiloca, un jabalí atravesó la vía. El motorista chocó con él --el animal también resultó fallecido-- y murió por la colisión.

Según explicaron fuentes de la zona, la veda abierta de la caza del jabalí provoca por estas fechas que los animales, bien huyendo de los cazadores o por desorientación, atraviesen carreteras e incluso poblaciones, por lo que hay que extremar la precaución. Más aún cuando, con el último cambio legal, los daños en un choque con animal salvaje los asume el conductor.

A estos dos siniestros se suma el ocurrido el sábado en Cabañas de Ebro. Aunque aún está bajo investigación de la Guardia Civil, fuentes de Tráfico arrojaron ayer algo más de luz sobre su desarrollo: la víctima, vecino de Pedrola de 32 años, se salió de la vía dando varias vueltas de campana, y al no llevar cinturón salió despedido y cayó en la vía. Allí fue arrollado por un coche, aunque al parecer ya estaba muerto, ya que no se conocen imputados por estos hechos.