Cristóbal Valderas, presidente de Clece, perteneciente al grupo ACS y referente en servicios sociales integrales a empresas, ha destacado hoy la importancia que tiene el empleo para la reintegración de las mujeres víctimas de violencia machista, una vez que han dado el paso de iniciar una nueva vida.

Valderas ha participado en el VII Foro 'Clece por la integración', que se ha celebrado hoy en Zaragoza, promovido por el proyecto social de esta organización, en la que trabajan 71.678 personas, de las que 7.148 pertenecen a colectivos con más dificultades para acceder al empleo.

Con el lema 'Un puente hacia el empleo', este encuentro ha abordado el reto de la integración laboral de colectivos vulnerables o en riesgo de exclusión social, como son las víctimas de violencia machista o las personas con discapacidad o diversidad funcional.

Durante el coloquio, Valderas ha destacado que "la sociedad hace un esfuerzo por acompañar a la mujer en todo su trayecto; ellas llegan con sus hijos y reciben ayuda y apoyo psicológico", pero "al año tienen que dejar la casa de acogida".

Si en ese momento no se ofrece una oportunidad de trabajar a esa mujer víctima de violencia para que comience una vida sola, todo el esfuerzo previo "queda vacío", ha añadido.

En este foro, una joven marroquí, víctima de violencia machista y ahora trabajadora en esta empresa, ha contado su historia de superación y cómo consiguió huir de los malos tratos que sufría por parte de su exmarido.

Esta persona llegó a España hace 8 años con su marido y su hijo y, después de vivir tres años con su maltratador en un pueblo de Navarra, decidió dar el paso de separarse, algo que pudo llevar a cabo gracias al apoyo de una familia -presente en el foro- que le ayudó en todo momento, dándole trabajo y casa.

A pesar de que tenía varios trabajos que le permitían vivir con holgura, decidió mudarse a la capital aragonesa, por miedo a la cercanía de su expareja.

"Fue muy duro, salir de casa con mi hijo sin nada, sin trabajo, ni formación, pero tuve mucha suerte. Me puse en contacto con la Casa de la Mujer y ahora llevo ya dos años trabajando", ha relatado esta joven, quien ha aconsejado a las mujeres que sufren maltratos que se valoren a sí mismas y den el paso de empezar de cero.

Por otro lado, a lo largo del coloquio, que ha centrado la parte central del foro, Valderas ha indicado que la principal barrera para la integración laboral de las personas más vulnerables de la sociedad es el "desconocimiento" que tienen las empresas hacia ellas.

"Se quedan con que tienen discapacidad y no se dan cuenta de que son personas que tienen detrás una historia de superación, que trabajan muy bien y que se convierten en los mejores embajadores de la empresa" ha añadido. "Para nosotros son una joya", ha manifestado.

Sin embargo, la realidad es que el 80% de las empresas españolas no cumple la ley de discapacidad, que obliga a aquellas que tengan más de 50 empleados a tener un 2% de personas con discapacidad en su plantilla, ha indicado Valderas, quien ha añadido que el desempleo en este colectivo llega al 60%.

En Aragón 1.712 personas, de los cuales 236 pertenecen a colectivos más vulnerables, trabajan en Clece, una empresa que gestiona distintos servicios, entre ellos residencias de mayores en la Comunidad; la limpieza del Hospital Universitario Miguel Servet o la gestión de los puntos de información turísticos de Zaragoza.

En este foro, han participado, además, la directora general de Igualdad y Familias del Gobierno de Aragón, Teresa Sevillano, el jefe de Servicio del Inaem, Recaredo García; la coordinadora de la Fundación Adecco en Aragón, Beatriz Gutiérrez y la jefa de programas de Igualdad de la Casa de la Mujer de Zaragoza, Soledad Bolea.