Ni la alta incidencia, el año pasado, de gripe A ni la similitud con los síntomas del ébola, provocan un temor especial a los aragoneses, que no acudieron en masa, ayer, a vacunarse contra la gripe en el primer día habilitado para hacerlo. No hay miedo, al menos de momento. "Han venido en una cantidad similar al año pasado, un poco más quizá, aunque la realidad es que la afluencia lleva estabilizada durante unos años", apunta María Luisa Lozano, enfermera de Las Fuentes Norte, de Zaragoza.

Y eso que este centro de salud ha adoptado una metodología un tanto peculiar. Además de administrar la vacuna a los que han reservado cita para hacerlo, también la ofrece a cada paciente de riesgo que aparece por la consulta y, en caso de aceptarla, se la administra en el acto. "Cuanta más gente se vacune, mejor porque se crea una especie de paraguas que cubre a más población", apunta la profesional, que se esfuerza en rechazar cualquier alarma por el ébola. "No hay que tener miedo si no se ha viajado a un país transmisor y no se ha estado en contacto con alguien infectado", subraya.

Todo bajo control

A Pilar el ébola no le inquieta. "No me quita el sueño porque veo que está muy controlado", dice. Lleva trece años recibiendo la vacuna y piensa seguir haciéndolo. "A mí me va bien. No me pongo mala y funciona", asegura. Ella, diabética, es uno de los pacientes de riesgo a los que se aconseja la vacuna.

A punto de cumplir los 66, Justo, por su parte, se estrena en la materia. "Estos últimos años lo he pasado bastante mal y he estado apuradillo", apunta. Por eso, ha decidido pedir cita. "A ver qué tal me va aunque seguro que no lo pasaré tan mal como el año pasado, ya que cogí la gripe dos veces".

La campaña comienza con las mismas asignaturas pendientes de años anteriores. Por un lado, Sanidad confía en convencer a los sanitarios y llegar a un 30% de vacunados --ahora solo es el 21%--. Pero el Salud también se propone subir un 7% la vacunación a mayores de 65 años hasta alcanzar el 65% de cobertura.

Asimismo, el Ministerio de Sanidad ha añadido entre la población diana a los enfermos neurológicos crónicos graves. Ellos también están llamados a recibir una inyección que puede evitarles problemas serios. Como los sufridos el pasado año por más de una decena de personas que fallecieron víctimas de la gripe A. "Hay que recordar que la vacuna también incluye dos cepas de ese virus", apuntó ayer Lozano.