El río Ara, en Fiscal; el Subordán, en el Valle de Hecho, y el Arba de Luesia en Luesa suspenden en la calidad de sus aguas, según un informe presentado hoy por la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), que recoge que España redujo en un 31 % las zonas de baño de mala calidad desde 2012 hasta 2015 y mejoró las cifras en las de registros suficiente o excelente.

El porcentaje de zonas de mala calidad bajó del 3,8% registrado hace cuatro años hasta el 2,6%, una cifra que supera la media comunitaria, situada en el 1,6%, pero mejor que la de otros seis países: Francia (2,8%), Eslovaquia (3%), Bulgaria (3,2%), Holanda (3,4%), Irlanda (4,4%) y Reino Unido (4,9%).

En términos absolutos Italia y Francia presentan la mayor cifra, con 95 cada una del total de 385 zonas de baño de mala calidad, por las 58 de España, que acapara el 10,1 % del total de áreas analizadas por la AEMA, organismo con sede en Copenhague.

El 95,9% de las zonas de baño costeras y de interior en España presentaron calidad suficiente el año pasado, mientras que fue excelente en el 83,2%, lo que supone un avance de 1,2 y 0,7 puntos porcentuales respecto a 2012, respectivamente.

Esas cifras están algo por debajo de la media en la UE: de las más de 21.000 zonas de baño analizadas en Europa, el 96% cumple con los requisitos mínimos y el 84,4% alcanza la excelencia.

Destacan sobre todo Luxemburgo, con el cien por cien de zonas de baño de calidad excelente; seguido por Chipre (99,1%), Malta (97,7), Grecia (97,2), Croacia (94,2), Italia (90,6), Alemania (90,3) y Austria (90,2).

De las 58 zonas de baño de mala calidad españolas, 9 menos que hace un año, más de la mitad están situadas en Galicia, y de ellas 22 en la provincia de A Coruña, como los arenales de Barranán (Arteixo), Area da Vila y Camelle (Camariñas); A Concha, Estorde y Lires (Cee), Barallobre (Fene) y Caranza y A Cabana (Ferrol).

Otras playas gallegas señaladas por el informe de la AEMA son las de Penaoural (Burela), Sobreira (Moaña), Salgueirón (Cangas) y Arealonga (Redondela).

Suspenden también las aguas de ríos gallegos como el Tambre, a su paso por Brión; el Furelos (Melide); Eume (As Pontes), Chamos (O Corgo), Sil (Ribas de Sil), Neira (Baralla), Tamega (Verín) y Arzoa (Vilardevós).

En Asturias no pasan el corte de calidad de las aguas las de las playas de Luarca y Serantes (Tapia de Casariego); en Baleares, las calas de Egos (Santanyi) y Pedrera (Es Castells), y tampoco lo hacen la vasca de San Antonio (Sukarrieta) y la valenciana de Medicalia (Puig).

Ocho zonas de baño suspenden en Castilla y León, seis de ellas en la provincia de Ávila, en el entorno de la sierra de Gredos: el río Arenal y el río Pelayo, en Arenas de San Pedro; la garganta del río Tietar, en Gavilanes; el río Cantos, en El Hornillo; el Tormes, en La Horcajada; y el arroyo Cimorro en Navalacruz.

El río Arlanzón, a su paso por Burgos, y el Río Cua, en Vega de Espinareda, tampoco alcanzan el nivel mínimo de calidad.

En Andalucía suspenden las aguas de cuatro ríos: el Genil, en Güejar Sierra; el Aguascebas, en Villacarrillo; y el Genal, en Algatocín y Jubrique.

La AEMA señala también tres ríos aragoneses (el Ara, en Fiscal; el Subordán, en el Valle de Hecho; y el Arba de Luesia, en Luesia); dos extremeños (el Rivera de Usagre, en Usagre; la garganta de Pedro Chate, en Jaraíz de la Vera), el navarro Anduna (Ochagavia) y el manchego Alberche, a su paso por Escalona.