La gran tormenta eléctrica que se registró el pasado viernes a última hora en Madrid obligó a la compañía aérea de bajo coste Ryanair a desviar cuatro vuelos al aeropuerto de Zaragoza. El fuerte temporal impedía el aterrizaje de cualquier aeronave en Barajas. En total, unos 28 aviones se vieron afectados y debieron cambiar su recorrido en el tramo final para poder aterrizar con éxito en tierra española.

El temporal tuvo lugar alrededor de las 22.00 horas, cuando numerosos rayos y truenos obligaron a evitar aterrizajes en el aeropuerto de Madrid durante unas horas, lo que anuló tanto las llegadas como las salidas al principal aeródromo español. Uno de los vuelos que tuvieron que trasladarse hasta la capital aragonesa fue el procedente de Bérgamo (Milán).

Uno de los últimos aviones que consiguió despegar a última hora desde Barajas fue el que se dirigía a Santiago de Compostela, instantes antes de que empezara la tormenta. Sin embargo, se vio obligado igualmente a regresar a Madrid debido al temporal, pero no pudo aterrizar en la capital porque el aeropuerto ya estaba cerrado. Ryanair decidió también desviarlo a Zaragoza.

La coordinación entre aeropuertos fue ayer clave. Además de a la instalación aragonesa, la compañía irlandesa derivó ayer varios vuelos al aeropuerto de Valencia, que acogió numerosos aviones de Ryanair por la situación que se estaba produciendo en Madrid.