El encierro que tenían previsto celebrar varios médicos de atención primaria y pediatras para protestar por la "injusta" distribución de plazas y el procedimiento utilizado en las últimas oposiciones, celebradas en diciembre del 2009, podría concluir en las próximas horas. Al cierre de esta edición se sucedían las llamadas procedentes de la DGA a los facultativos presentes en el Centro de Salud Sagasta, opción elegida después de que el Colegio de Médicos aplazase hasta el lunes su decisión sobre si autoriza o no el encierro en su sede.

Ana Lax, directora de atención primaria, visitó el centro sanitario a las 21.00 horas para comunicó a los profesionales la imposibilidad de llevar a cabo el encierro en un "centro asistencial" y pidió su disolución. Ante la negativa de los médicos, Lax se puso en contacto con Ana Sesé, directora gerente del Salud, que reiteró el mensaje a los profesionales.

La DGA meditó las medidas a adoptar en una reunión que se prolongó durante varias horas. Ante la negativa de los protagonistas del encierro a acudir a la reunión para negociar su abandono del encierro, la Administración llamó a "abandonar el centro por las buenas o por las malas", según los facultativos, que se preparaban para un posible desalojo. "No hay ninguna negociación, delegamos en los sindicatos y nosotros no salimos de aquí", apuntaron fuentes de la Sociedad aragonesa de medicina de familia y comunitaria (Samfyc)..

Casi a medianoche, alrededor de cuarenta médicos y pediatras esperaban acontecimientos en el ambulatorio. El encierro, adoptado como medida de presión para protestar por "una falta de respeto, de previsión y de buena gestión", según la pediatra Rosa María Macipe y la médico de familia Belén Clemente, se adopta después de que "no se respetara la proporcionalidad establecida por el Decreto Ley de un 50% de plazas de oposición y la mitad restante para traslados, cuando en el primero la mayoría de las plazas están en las capitales y en el segundo en la periferia".

Los facultativos aragoneses afirmaron que, tras conocer el pasado día 11 la distribución de plazas de las últimas oposiciones, tuvieron conocimiento de que apenas ocho de ellas --siete para médicos de primaria y uno para pediatría-- de las 89 vacantes son para trabajar en Zaragoza capital. Esta distribución, según Clemente, no respeta ni el reparto de la población ni el de los propios médicos en la comunidad autónoma, con un 62% concentrada en Zaragoza. "Dicen que no hay plazas, pero, si es así, es porque las han distribuido mal", apuntaron.

Médicos y pediatras sopesan abrir un proceso legal contra el proceso y su queja ya ha sido admitida a trámite por el Justicia de Aragón.