No hay evidencia "robusta" sobre el posible impacto de la habitación individual en los indicadores de seguridad del paciente y calidad técnica asistencial. Esta es la principal conclusión que extrae un estudio del Departamento de Sanidad del Gobierno aragonés sobre los efectos de la habitación individual en los hospitales.

El informe, realizado a raíz de una petición incluida en una proposición no de ley presentada por Podemos, apela a distintos estudios y documentos que, según la Administración, no concluyen que este tipo de habitaciones tengan un efecto más positivo en la mejoría de las patologías y días de estancia en los centros. La formación morada, junto a otros partidos, colectivos sociales, vecinales y médicos habían reclamado más espacios sin compartir en los futuros hospitales de Teruel y Alcañiz --ambos tendrán más dobles que individuales--. Sanidad se había comprometido a realizar este estudio y actuar en caso de demostrar la incidencia en la salud de los espacios individuales.

Pero no será así. Al menos, las conclusiones del informe, al que ha tenido acceso este diario, no aseveran que este tipo de disposición beneficie al paciente en cuanto a mejora de su salud o reducción del periodo de ingreso.

Así, la DGA apela al estudio de varios artículos de la Universidad de York que analizaban cuantitativamente algún efecto de la estancia en habitación individual sobre los resultados de salud de los pacientes o informaban sobre repercusiones en costes, frente a otros diseños de habitación.

NADA CLARO

El informe firmado por el consejero de Sanidad, Sebastián Celaya, indica que "la considerable variabilidad de efectos detectados entre los estudios aporta evidencia contradictoria que no permite demostrar efecto alguno sobre la salud asociado al uso de habitación individual". Y añade que algunos informes indicaban que había asociación con un descenso de las tasas de infección cuando se comparaban con otros diseños, pero otros informaban de que, o bien no habían podido detectar diferencias significativas o incluso las tasas eran mayores en los entornos de recinto individual.

La revisión, pues, de esta literatura científica depara que "no se puede decir con certeza que el tipo de habitación tenga relación con las tasas de infección o la duración de la estancia hospitalaria, ni siquiera que la habitación individual aumente significativamente la satisfacción de los pacientes", expone el documento, que añade que, según los autores, "resultaba difícil delimitar si los efectos positivos detectados eran atribuibles a la individual".

Otro estudio, publicado por el National Institute for Health Research inglés realizado a través de entrevistas con personal sanitario y que analiza el impacto de pasar de las tradicionales plantas con habitaciones compartidas a un modelo 100% de individuales en un hospital nuevo, establece que la plantilla informó que la organización en individuales aportaba "mejoras en el confort y privacidad de los pacientes". Sin embargo, "la visibilidad y monitorización de los pacientes, el trabajo en equipo, la seguridad y la cercanía a los enfermos se vieron perjudicadas".

Además, esa configuración, sostiene el estudio inglés, dificultaba la atención personalizada y la discusión de los cuidados con otros médicos. De igual modo, la distancia a recorrer por las enfermeras en su labor cotidiana se incrementó "significativamente". En resumen, los profesionales consideraban preferible una mezcla de los dos tipos de habitaciones, mientras que los pacientes "preferían las individuales por confort y privacidad, pero a la vez referían una sensación de aislamiento".