El Gobierno de Aragón tiene decidido reforzar el papel de la Atención Primaria. El asunto no es nuevo. De hecho, la pretensión se remonta a hace casi veinte años e, incluso, el anterior Ejecutivo ya redactó un proyecto que nunca llegó a aprobarse. Ahora, la consejería de Sanidad considera indispensable otorgar a la atención primaria "un papel más relevante" y aumentar su participación y responsabilidad asistencial.

Entre las medidas pensadas para ello figuran rebajar la carga burocrática del sector y aumentar el tiempo de consulta. Esto último se llevaría a cabo por el aumento de actuaciones que adoptaría el primer eslabón de la asistencia sanitaria. "Se trata de aprovechar todo el potencial técnico de este sector y que no puede aplicar por falta de tiempo", explicó el consejero Ricardo Oliván, que insistió en los beneficios del aumento del rol de la atención primaria de cara a "reducir listas de espera en especialidades y, como consecuencia de ello, también ahorrar costes".

Asimismo, el consejero apostó por "potenciar la autonomía del paciente y la libre elección de profesional sanitario, servicio y hospital" y se pronunció en estos términos en la inauguración del XXV congreso de Atención Primaria, donde volvió a escuchar las reivindicaciones del sector. Entre ellas figura el aumento de dotación presupuestaria, que, según Fasamet, ha quedado reducido hasta el 14,7% de la partida de Sanidad.

PRESUPUESTO En este sentido, Oliván esbozó su intención de "trasladar al presupuesto nuestra voluntad política una vez que alcancemos las conclusiones pertinentes tras la reunión del grupo de trabajo el próximo día 15", aunque reconoció que es "muy complicado" que esa partida se incremente en el 2012. En este sentido, el Ministerio de Sanidad emplazó a las comunidades a potenciar la Atención Primaria para que su porcentaje alcance el 25% en un plazo de 4 a 6 años.

El refuerzo de la Atención Primaria es una vieja aspiración de los Gobiernos. De hecho, ya se acordó en la Declaración de Alma-Ata de 1978 que aprobaron 135 países bajo la organización de la Organización Mundial de la Salud, pero que España aún no ha desarrollado completamente.

Además, el consejero rechazó las acusaciones de Fasamet de "parálisis administrativa desde que accedió al cargo" y advirtió de que "si por inoperatividad entendemos reflexión y diagnóstico puede ser así, pero, desde luego, no vamos a tomar decisiones a la brava".

Tampoco admitió las críticas contra el aumento de la privatización y subrayó que "si por ella entendemos colaboración de sanidad privada y pública para dar servicio, es posible que la haya, pero menos que en ejercicios anteriores".