Si algo pudo quedar claro ayer en la segunda jornada de huelga en el tranvía es que nadie parece estar dispuesto a dialogar con nadie. La negociación entre la dirección de la operadora, Tranvías Urbanos de Zaragoza, y su comité de empresa sigue rota desde el pasado lunes. Y ayer el alcalde, Pedro Santisteve, hizo un llamamiento a ambas partes a «flexibilizar» sus exigencias y a dialogar para poner fin al conflicto, pero los trabajadores replicaron que su papel está siendo «inexistente» en este conflicto siendo «quien paga» y con ellos ni él ni nadie de su Gobierno ha contactado. «Igual es porque no le interesa», añadieron.

Nada hace intuir avance alguno en un conflicto que ayer, en las paradas, volvía a reeditar las aglomeraciones del pasado martes, aunque en menor medida porque el usuario estaba ya prevenido. Algunos convoyes pasaban hasta los topes de gente a bordo, después de esperar los 10 minutos, o casi 20 en algunas circulaciones. Otros pasaban solo un minuto después del que le precedía, medio vacío y recogiendo a viajeros que ni siquiera habían podido subir al anterior porque ya era físicamente imposible encontrar un hueco.

Respetuosos

Entre tanto, la discusión política en el consistorio se centra en los servicios mínimos. El PP volvió a insistir, con su portavoz, Jorge Azcón, en subirlos al 70%, pero Santisteve se niega en rotundo defendiendo que el 50% es «respetuoso» con todos los derechos, el de huelga y el del ciudadano a desplazarse al trabajo, a estudiar o a un centro sanitario, y basándose en «los informes de los técnicos que sí que considero adecuados». «Lo que propicia este ayuntamiento es que las partes se sienten y negocien para llegar a acuerdos. Y se está en contacto permanente con unos y con otros», añadió.

«No sabemos si ha hablado con la empresa, porque con nosotros en ningún momento», respondieron desde el comité. No obstante, insistió en su «predisposición al diálogo» con la empresa, aunque su llamada aún no llega. Por su parte, confió en «que la Inspección de Trabajo actúe pronto», ya que el pasado martes se dirigieron a ella para comunicarle que no se estaban realizando bien los paros y, con respecto a la negociación, quizá «debería ser quien controle esta negociación, ya que se están diciendo mentiras como que pedimos más dinero».

Por parte de la dirección, el gerente Jorge Aguiar volvió a insistir en que se retomará el diálogo «cuando el comité tenga una propuesta que hacer que cumpla la normativa y se ajuste al convenio». Las dos que él trasladó, aseguró, sí lo hacían y los representantes sindicales las rechazaron. Así que les pidió «más responsabilidad». En su opinión, se está produciendo una «afección sin motivo» al ciudadano y este es el «principal impacto» de los paros.

Mientras, las cifras sobre el seguimiento de los paros empiezan a acercarse. Para el comité, fue «del 100% por la mañana y del 85% por la tarde». Para la empresa, «del 88%».