El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, ha asegurado hoy que "los presupuestos participativos han venido para quedarse" y ha reconocido la labor de la ciudadanía, que está haciendo propuestas "muy potentes" que serían "muy difíciles de implementar" de otra manera.

Así lo ha expresado el alcalde en una visita al Colegio Guillermo Fatás y a las distintas obras realizadas con motivo de los presupuestos participativos en el barrio de Santa Isabel, donde se han desarrollado doce mejoras "muy del día a día" que han contado con una inversión de 210.000 euros, sobre todo en materia de alumbrado, cruces semafóricos y puntos de carga.

Allí ha aprovechado también para alabar la labor desarrollada en dicho centro educativo, al que ha calificado de "bastante puntero" en asuntos de innovación, planes de igualdad o huertos escolares.

Asimismo, ha afirmado que en el equipo de gobierno están "contentos" porque en la nueva edición de 2018 se incorporarán a este proyecto los barrios rurales con un millón de euros y se destinarán en total 10 millones con un plazo mayor para asegurar su ejecución.

Además, serán más "ambiciosos" porque incluirán también los llamados "proyectos de ciudad", en referencia a actuaciones que afecten a dos o más distritos.

Por su parte, la consejera de Participación y Gobierno Abierto, Elena Giner, que ha acompañado al alcalde en la visita junto al portavoz de CHA y presidente de la junta de distrito de Santa Isabel, Carmelo Asensio, ha informado de que esta misma semana arranca ya "todo el calentamiento" para la nueva edición de los presupuestos participativos con la reunión de las mesas.

El siguiente paso tendrá lugar el 12 de febrero con la presentación de propuestas y, a partir de ahí, llegará toda la "vorágine" del proceso.

Con respecto a 2017, ha señalado que como máximo se detectaron diez obras como "no viables" y que el resto están ejecutadas o en ejecución.

Asimismo, Giner ha aprovechado esta visita a Santa Isabel para presentar el Plan Wifi, en el que llevan participando desde hace tiempo en su área y que se sacó de los presupuestos participativos porque el Ayuntamiento ya tenía un proyecto para ponerlo en marcha.

Este plan se enmarca en la idea del "derecho a internet" y a que la ciudadanía disponga de acceso gratuito a la red en equipamientos municipales, comenzando por los centros cívicos como espacios de participación por excelencia.

Los objetivos son disminuir la brecha digital, facilitar la conectividad y que Zaragoza sea pionera a la hora de cumplir la normativa que exige saber quién se ha conectado y qué paginas ha consultado desde las redes públicas.

Además de los centros cívicos, entre los que tendrán prioridad aquellos que acojan bibliotecas, también se prevé implantar en espacios como el vestíbulo del Seminario o el de la Casa Consistorial de la Plaza del Pilar.