El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, aparecía ayer en el hotel Ritz de Madrid con la polémica suscitada por haber cargado al consistorio la compra de un fijador para su pelo en una céntrica peluquería de la capital aragonesa. Un revuelo que había tenido alcance a nivel nacional y que le obligaba a dar explicaciones en el foro de Nueva Economía. Pero no rehuyó el envite y respondió con entereza que sus obligaciones como representante de la ciudad le obliga a estar "presentable" durante todo el día, en una jornada "de trece horas" en la que a veces no le da tiempo a pasar por casa. "Pero si queréis me traigo el papel higiénico también de casa", aseveró el primer edil.

Su primera respuesta fue decir que él no tiene que "pensar en eso", sino en cumplir con sus obligaciones en el consistorio. Pero que esto se convierta en objeto de debate demuestra, añadió, que "algunos están intentando marcar un nivel deleznable en la política" al alimentar polémicas con actuaciones llevadas a cabo por las llamadas ciudades del cambio (Madrid, Barcelona, Cádiz y La Coruña).

"Yo tengo una jornada de 13 horas y la gente me pide que esté presentable en una recepción a las ocho de la tarde y no me da tiempo a ir a casa y ducharme. Por eso, en el baño de la alcaldía hay de todo: gel, champú, acondicionador, para limpiarse los zapatos y papel higiénico. Pero si tengo que traerlo de casa no hay problema en pagarlo de mi bolsillo", añadió indignado, al tiempo que trataba de zanjar la polémica suscitada en Zaragoza y fuera de la ciudad asegurando que no iba a "entrar en ese nivel tan barriobajero".

Ya durante el coloquio, Santisteve ironizó con que la gomina da buena muestra de la "enjundia" del debate municipal y acusó a los concejales de la oposición de haber filtrado la factura. "No deberían dedicarse a estas faenas tan deplorables", apostilló. Aunque el único grupo municipal que tuvo acceso a ese expediente antes de la Comisión de Economía en la que se puso de manifiesto la polémica, según ha podido saber este diario, fue el Partido Popular, cuyo representante en el acto, Pedro Navarro, fue el único de toda la oposición que le acompañaba en el acto madrileño.

Con estas palabras trataba de dar carpetazo a una polémica que se reproducirá en el próximo pleno municipal.