La Navidad, como cualquier periodo festivo, es campo abonado para los delincuentes que se aprovechan de las casas vacías y las aglomeraciones. Por ello, la Policía Nacional ha vuelto a activar la campaña Comercio Seguro, que este año incidirá especialmente en los robos por el procedimiento del butrón (agujero) en los almacenes, rebosantes de material.

La Policía ha editado este año mil guías y 75.000 trípticos para los comerciantes, con consejos como mejorar cierres y alarmas, mantener una luz en la fachada durante la noche o variar los recuentos de caja -sin hacerlos a última hora-, que no deberían hacerse estando solo. Pero las pautas policiales para estos días no se ciñen a los establecimientos, ya que los ciudadanos en general son también un blanco habitual de los delincuentes. Ni siquiera abarcan solo los delitos.

Porque, según explica el cuerpo, una de las incidencias más habituales estos días es que los niños pequeños se pierdan entre la gente. Para evitarlo, recomiendan por un lado anotar en el brazo del menor, o en una pulsera, el nombre y teléfono de uno de los padres, para poder localizarles si alguien lo encuentra. Si es posible, conviene que el niño sepa su nombre, teléfono y dirección, por el mismo motivo. Entrando en el territorio del delito, conviene vigilar especialmente las pertenencias en lugares abarrotados, ya que los carteristas son asiduos a ellos. Si hay que ir a sacar dinero, hay que vigilar bien que nadie nos siga ni observe y no aceptar ayuda de desconocidos con las compras, ya que es una situación ideal para un hurto.

Parece mentira pero las estafas más tradicionales, la estampita y el tocomocho, siguen mereciendo una alerta policial, porque no acaban de desaparecer. En la primera, un supuesto tonto cambia billetes por otros de menor valor, cuando en realidad los suyos son, en su mayoría, recortes de periódico. En el segundo se ofrece un billete de lotería presuntamente premiado a cambio de algo de dinero, pero no existe tal premio.

En los últimos años las recomendaciones se extienden también a las compras por internet, respecto a las cuales conviene comprobar que el cargo en la tarjeta se corresponde con lo comprado, además de asegurarse de que el sitio web es de confianza. Al pagar con datáfono, hay que llevarse el resguardo porque da información de la tarjeta que los estafadores pueden aprovechar.

En cuanto a las viviendas, además de cerrar con llave, conviene no dejar señales de que la casa está deshabitada (como bajar las persianas) y si es posible instalar algún tipo de temporizador que encienda las luces periódicamente.