Lo que ocurre con el puente de los Cantautores en el Parque Grande lleva camino de convertirse en una especie de expediente X porque cada actuación que tiene que ver con esta infraestructura, catalogada como Bien Interés Cultural (BIC) por Patrimonio, acaba en el cajón. Y lo más llamativo es que mientras el consistorio señala como responsable al Gobierno de Aragón por su silencio administrativo, las actas de la comisión provincial demuestran que en realidad es el Ayuntamiento de Zaragoza el que no mueve ficha. Eso es exactamente lo que está pasando con la reparación de una grieta en este puente de acceso a la segunda mayor zona verde de la capital, que pidió permiso para repararla hace seis meses y que sigue a la espera de hacerlo por su propia inacción.

Fuentes oficiales de la DGA explicaron a este diario que "el 11 de noviembre del 2015, la DGA, a través de la Dirección General de Cultura y Patrimonio, registró una solicitud de intervención sobre este BIC con el siguiente asunto: reparación de una grieta en el puente". "En ella se adjuntaban la fotografía del monumento y los planos del mismo. Además, apuntaban que tras el arreglo de la grieta en uno de los laterales, el consistorio aprovecharía la situación para pintar el mismo por la presencia de algunas pintadas y grafitos". Este fue el punto de inicio de una intervención que hoy, a finales de mayo, sigue no solo sin reparar, sino también sin el visto bueno de Patrimonio. ¿Por qué? "Por la fecha en la que se recibió no llegó a entrar en la comisión de Patrimonio de Zaragoza del mes de noviembre y se tuvo que dejar para la de diciembre, que se celebró el día 21", relataron las fuentes consultadas. En ella, se suspendió la emisión del informe positivo a la "actuación sobre la grieta en el muro lateral de aguas abajo en margen derecha del río Huerva", porque, decía literalmente en su respuesta, "hasta que no se reciba formalmente documentación suficiente para poder valorar la propuesta".

Se le solicitaba, concretamente, el plano de ubicación de los daños y las zonas específicas a reparar; el diagnóstico de las patologías; la solución constructiva, materiales y acabados propuestos; las mediciones y el presupuesto. Esta fue la última comunicación. Y de eso hace ya cinco meses.