La Asociación de Familiares del Yak-42 va a pedir permiso a las autoridades turcas para acudir al Centro de Toxicología de Estambul a someterse a pruebas de ADN, para cotejarlas allí con las realizadas a los 62 militares muertos en el siniestro. La portavoz de la asociación, Curra Ripollés, subrayó que el Ministerio de Defensa debería poner a disposición de las familias un avión para ir a Turquía. "Tendremos un viaje terrible, pero por lo menos saldremos de dudas en dos sentidos: Si nuestras pruebas de ADN coinciden con las pruebas de ADN en Turquía, descansaremos en paz. Y si no, tocará exhumar cadáveres, darles un entierro digno y que esta historia se acabe ya". La asociación tenía previsto presentar entre ayer y hoy un escrito ante la Fiscalía de la Audiencia Nacional para reclamar que se aclare cómo se hicieron las identificaciones y por qué Defensa no comunicó a las familias que se tomaron muestras de tejidos de los fallecidos. Ripollés señaló que espera "que la Justicia diga que hay que ir a Turquía a cotejar pruebas de ADN". El letrado del colectivo indicó que en su poder obran dos documentos: uno en el que se dice que hay 30 cadáveres no identificados y un segundo por el que las autoridades españolas se hacían cargo de los restos de las víctimas.