El magistrado del Juzgado de Primera Instancia número 6 de Zaragoza tiene sobre la mesa un curioso pleito de divorcio en el que la lactancia del hijo es la clave del debate.

El niño, que cumplirá dos años y medio el mes que viene, padece una bronquitis crónica para cuyo tratamiento el neumólogo considera que "la lactancia materna puede tener cierto efecto protector", según consta en un informe aportado a la causa. El documento recoge, no obstante, que ese "no es el único factor concluyente" para el tratamiento.

Hace unos meses, el padre del niño interpuso contra la madre, con la que mantuvieron hasta septiembre una relación de pareja de hecho, una demanda de medidas provisionales que el magistrado resolvió hace unas semanas con un auto. Su contenido quedará sin efecto si en los 30 días hábiles posteriores a su notificación el padre no formaliza la demanda definitiva. Si lo hace, seguirán vigentes hasta que una sentencia firme cierre el litigio.

Custodia

En la inicial solicitó la custodia compartida del niño, figura que, pese a ser prioritaria en Aragón para salvaguardar el interés de los menores, el magistrado descarta "a la espera de lo que pueda resultar" de los informes psicosociales que deberán ser emitidos en el pleito principal y las pruebas que puedan solicitar los padres. Así, la madre mantendrá la guarda y custodia del pequeño, aunque este quedará bajo el cuidado del padre los fines de semana alternos --salvo en los meses de verano, extremo que solicitaba el demandante--, dos tardes por semana, quince días en julio, otros tantos en agosto y la mitad de las vacaciones de Navidad.

El magistrado considera que ese régimen de custodia no afectará a la salud del niño, ya que "no se ha aportado informe facultativo alguno que afirme que la actual dieta del menor sea exclusivamente de lactancia materna". En cuanto a la opinión del neumólogo, el juez concluye que "es de suponer" que la recomienda "con carácter complementario a la alimentación propia de la edad, a fin de aportar defensas para la bronquitis crónica que padece".

Interrupción

En ese sentido, señala que "no existe acreditada contraindicación médica alguna para que el menor no realice las tomas de dicha lactancia durante los fines de semana o periodos de vacaciones quincenales de verano, pudiendo retomarla de nuevo finalizados dichos periodos".

Fuentes médicas destacaron que el menor prácticamente duplica la edad a la que un niño deja de tomar el pecho de su madre, aunque existen numerosos precedentes de pequeños que siguen haciéndolo durante varios años. En lo que no coincidieron es en la posibilidad de que, tras periodos de supresión de quince días, la mujer pueda seguir produciendo leche con normalidad.

En cualquier caso, el juez se muestra convencido de que el niño va a dejar de tomar leche materna en un breve periodo de tiempo. No se refiere a los periodos de supresión que impone el auto --"eso es retirar la lactancia por orden judicial", señalaron fuentes jurídicas--, sino a otra vía de hechos: "el próximo curso escolar, el menor iniciará el ciclo de educación infantil", que considera "incompatible con los horarios de lactancia" de los que ahora disfruta.