Y después de la lluvia, llegó el cierzo. Zaragoza deja atrás los largos e inusuales días de lluvias para dar paso a las tradicionales jornadas de viento. Ayer se alcanzaron rachas de hasta 80 kilómetros por hora en la capital, que obligaron al cuerpo de bomberos a realizar alrededor de 20 salidas por incidentes relacionados con árboles, cascotes y antenas. Fueron más de cinco los árboles caídos por el fuente viento y unos siete más tuvieron que ser atendidos por los equipos de emergencia.

El barrio más afectado fue el Arrabal, concretamente la avenida San Juan de la Peña, donde los equipos tuvieron que actuar hasta en cuatro ubicaciones distintas a lo largo de la jornada: junto a los Jardines de la Concordia, en la esquina con la calle Somport, en el 30 y 35 y a la altura del 60; en este último, la caída de un árbol de gran porte afectó a dos vehículos estacionados. Algunos ejemplares contiguos tuvieron que ser atendidos.

INCIDENCIAS

En el Camino del Canal, en Miralbueno, un árbol cayó sobre el tendido eléctrico y obligó a cortar el suministro, donde técnicos de la compañía tuvieron que trabajar para restablecerlo. El mismo ejemplar impedía el paso por la calzada.

En Montecanal, se desplomó otro ejemplar en la avenida de la Ilustración. Los bomberos intervinieron en la calle Manuel Viola ante el peligro de que cayera otro. En Anselmo Clavé un árbol se derrumbó sobre un coche estacionado.

El fuerte viento también provocó la caída de cascotes en la plaza Utrillas y de varios cristales en Cinco de Marzo. Los bomberos se vieron obligados a sanear fachadas y a actuar en una galería que quedó colgando en la calle Salvador Miguijón, para evitar daños personales.