Montañas de basura que se acumulan dentro y alrededor de los contenedores, cartones y plásticos invadiendo las calles y desechos en las paradas de autobús. Este es el aspecto que presenta el gran barrio residencial del sur de Zaragoza, Valdespartera. Un barrio diseñado con sistemas ecológicos y que se anuncia como un auténtico modelo de sostenibilidad urbanística. Para su construcción se tuvo en cuenta cada detalle y se invirtieron cientos de millones de euros con el fin de ayudar a conservar el medio ambiente. Lo que no se tuvo en cuenta es que un barrio ecológico habitado por vecinos irresponsables no puede contribuir al desarrollo sostenible. ¿De qué sirve un moderno método de recogida de basura si los residentes deciden no utilizarlo? Las calles Belle Epoque, Atraco a las 3, Todo sobre mi madre y el paseo de los Olvidados han sido tomadas por los desechos de algunos de sus habitantes. El problema comenzó hace ya aproximadamente un mes, cuando los camiones de recogida dejaron de pasar por el barrio para llevarse la basura y esta comenzó a acumularse en todos los rincones. La sociedad Ecociudad Valdespartera colocó de forma temporal (hasta que se abriera el punto limpio) grandes contenedores en la calle para que los recién llegados pudieran depositar los objetos voluminosos y los materiales de embalaje de sus mudanzas. Sin embargo, algunos vecinos han renunciado a utilizar su innovador sistema neumático de recogida de residuos y han optado por depositarlos en estos contenedores.

"La situación es cada día más caótica, algunos no se adaptan al nuevo sistema y echan la basura donde les resulta más cómodo, en el contenedor de en frente de su casa, aunque saben que no es para eso", afirma Jesús Gutiérrez, vicepresidente de una de las comunidades.

MUCHO CIERZO

Además, las condiciones climáticas agravan el problema. "Aquí tenemos un cierzo muy fuerte que hace que la porquería que se acumula vuele y, además de esparcirse por las calles, golpee a la gente", se queja Pilar Gracia, vocal de la misma comunidad. A lo que Guillermo Dipaolo, otro vecino de la zona, añade: "Tenemos unas vistas preciosas desde nuestro piso, pero no podemos abrir las ventanas porque cuando le ha dado un rato el sol a los contenedores, la basura huele muy mal".

Hasta el momento, solo han ocupado su vivienda la mitad de los inquilinos, pero cuando se instalen los 144 la situación podría empeorar mucho. "Hemos mandado avisos y circulares y hemos puesto carteles en todos los rellanos con fotografías de la basura para concienciar a los vecinos, pero no hay forma de que tiren sus desperdicios donde deben", explica Francisco Javier Aznar, presidente de una de las comunidades de la misma calle.

En este sentido, fuentes de Ecociudad Valdespartera afirman que los dos últimos contenedores que ellos habían colocado se retiraron ayer. Y es que desde hoy los residentes de este barrio podrán acudir al punto limpio de Valdespartera para depositar su basura. Este se encuentra en la calle Centauros del Desierto y, dado que el número de vecinos instalados todavía es reducido, hasta después del verano funcionará dos horas por la mañana y dos horas por la tarde, de 12.00 a 14.00 horas y de 18.00 a 20.00 horas. Pero el problema no termina aquí. Aunque Ecociudad Valdespartera ha retirado todos sus contenedores, todavía quedan decenas de ellos en las calles que pertenecen a las constructoras. Por ello, desde la asociación se dirigen a los inquilinos: "El sistema de recogida neumática de basura es una verdadera joya: sin olores, sin molestos ruidos de camiones y permite tirar los desechos a cualquier hora. Pedimos que los vecinos sean conscientes del problema y aprovechen este nuevo método".

A este llamamiento se suma el presidente de una de las comunidades de la zona: "El 25 de julio, a las 20.00 horas, en la calle Atraco a las 3, esperamos a todos los vecinos de la zona para limpiar las calles".