Felipe Zazurca es desde ayer el nuevo jefe de la Fiscalía Provincial de Zaragoza. Antes lo fue en Huesca. Su toma de posesión en la sede del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) fue toda una declaración de intenciones en aras a «recuperar la empatía de la ciudadanía» porque, tal y como reconoció, «la Fiscalía debe trabajar sin permitir injerencias de los poderes fácticos». Una afirmación que hizo ante magistrados, fiscales y representantes del legislativo y ejecutivo como el alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve; la presidenta de las Cortes, Violeta Barba, y el delegado del Gobierno de España en Aragón, Gustavo Alcalde.

La cuestión social estuvo muy presente a lo largo de todo su discurso institucional. De hecho, apeló a la «autocrítica», reconociendo que muchas veces ha tenido que oír determinados reproches de la ciudadanía que, en un primer momento le pudieron molestar, si bien, posteriormente, «algunos tuvieron razón».

Por ello se comprometió a impulsar una Fiscalía «que esté al servicio de la ciudadanía». «Son tiempos difíciles, nos enfrentamos a nuevos retos y debemos protagonizar los tiempos», resaltó. Para Zazurca el «esfuerzo» es «un valor que no hay que perder nunca porque el ciudadano nunca entenderá si actuamos de forma lenta y poco cercana, debemos utilizar las armas que da la Constitución»,

De hecho, puso en valor «la necesidad de mirar a los ojos a las víctimas». «Queda mucho por hacer, pero debemos analizar sus miradas y encontrar expresiones que no tengan que ver con el scepticismo y la inquietud». «No debemos deshumanizar la labor fiscal», añadió. Unas ideas que ya avanzó y quiere ver plasmadas sobre el papel y sobre las actitudes de todos los fiscales que trabajan en la provincia, a través de la pedagogía. «Es bueno salir a la palestra, conviene que el ciudadano entienda cuál es nuestra labor y explicar por qué solicitamos una medida cautelar como es la prisión provisional o qué es la presunción de inocencia».

Otra de las tareas pendientes que reseñó fue la «modernización de la Justicia» porque «evita la dilatación de los procesos que conllevan un perjuicio en la víctima». Destacó que es importante adaptarse a los tiempos y aprovechar las bondades de las nuevas tecnologías. Zazurca también se mostró preocupado ante la falta de fiscales cuando se ponga en marcha que sea el ministerio público el instructor de una causa y no los jueces.