El Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) inicia hoy la segunda fase de la negociación presupuestaria con PSOE y Chunta, en la búsqueda de un acuerdo que se traduzca en la aprobación inicial de las cuentas para este año en el próximo pleno ordinario. Tiene dos hándicaps importantes que salvar: dar encaje a sus 164 enmiendas registradas --115 de los socialistas y 49 de los nacionalistas--, muchas de ellas apuntando a proyectos estratégicos que deberían sacrificarse, y sobre todo despejar en tiempo récord las dudas sobre el rescate del 010 y la posible subrogación de las 14 trabajadoras.

Ambos ya han manifestado que no apoyaran el documento de la plantilla para este año si estos puestos aparecen, pero el responsable de Personal, Alberto Cubero, no parece dispuesto a rectificar y parece que sí las incluirá. De manera que se prevé tormenta en un diálogo que se retoma hoy en el despacho del teniente de alcalde de Economía, Fernando Rivarés.

La predisposición de los dos partidos de izquierda para llegar a acuerdos parece fuera de toda duda, a diferencia de lo que está ocurriendo en el Gobierno de Aragón, donde PSOE no logra convencer a Podemos de que se siente a negociar el presupuesto autonómico. Aunque puede que los acontecimientos que se produzcan entre los grupos de las Cortes acaben salpicando a un diálogo en el consistorio que ya es tenso por sí mismo.

Sobre la mesa, incógnitas importantes como dilucidar qué va a ocurrir con el servicio Bizi. ZeC ya ha manifestado que quiere ampliarlo y puso en el presupuesto 1,85 millones que el PSOE exige dejar a cero mientras Intervención no emita un informe favorable. Chunta, por su parte, insta solo a reducir la cuantía.