El Tecnyconta Zaragoza está deseando que llegue su jornada de descanso para poder recuperar efectivos, pero eso será la semana que viene. Antes le espera uno de los tests más competitivos a los que puede enfrentarse un equipo tanto en la Liga Endesa como en Europa. El equipo aragonés juega en una de las tres pistas de la máxima competición española donde aún no ha ganado nunca, el Buesa Arena, y lo hace con una línea exterior cogida con alfileres. El Tecnyconta no renuncia a nada en Vitoria (18.00 horas) pero sus opciones se reducen repasando la lista de bajas.

Andreu Casadevall no podrá contar con Martynas Gecevicius ni Sergi García, recuperándose de sendas roturas fibrilares, mientras que Miki Servera será duda hasta el final por una sobrecarga. El peso específico en el equipo difiere notablemente en el caso de cada uno de los tres, pero el problema para el técnico es que el número se le acumula en una zona concreta de la pista, el perímetro. Por cuarto partido seguido no podrá contar con su máximo anotador, algo que está influyendo directamente en la capacidad encestadora del equipo, pero ahora pierde también a quien venía utilizando como sustituto, Servera. Además se queda sin el jugador con el que dar relevos a Tomás Bellas, ya recuperado de sus problemas pero aún no al 100% físicamente.

Así que, para empezar, Casadevall deberá mover sus piezas. No hay duda de que Bellas llevará el timón del equipo e intentará imprimir un ritmo alto tanto en ataque como en defensa como pudo verse al inicio del último partido. La primera duda viene a partir de ahí, en la posición de dos, en la que el técnico puede poner a un Holt estancado que no termina de arrancar o a un Juskevicius recién llegado que convive con la paradoja de que al jugar se evidencia su falta de ritmo competitivo, algo que solo se pude solucionar jugando. Si al técnico no lo convence ninguna de estas opciones o si Juskevicius tiene que hacer el uno para dar unos instantes de respiro a Bellas, entonces deberá mover a un alero a la posición de escolta, porque no tendrá más opciones en el banquillo.

El primer problema es, pues, de número. El siguiente que se le presenta al Tecnyconta es encontrar la manera de mantener el ritmo alto de juego que quiere y le conviene imprimir al partido durante los cuarenta minutos contando con tan pocos efectivos. Dicho de otro modo, que las rotaciones no le hagan perder el compás del encuentro y le permita poner en práctica lo que el técnico pedía en la previa: no perder balones, encontrar buenas situaciones de ataque para poder hacer un buen balance defensivo y estar fuertes atrás.

Y todo eso teniendo en cuenta que enfrente hay una plantilla mucho más amplia y poderosa, por presupuesto, por número y capacidad. El conjunto que dirige el montisonense Sito Alonso suma cinco triunfos en ocho jornadas de competición doméstica, mismos números que ha conseguido en la Euroliga. El Baskonia es el segundo mejor ataque de la ACB, solo superado por el Madrid, y el propósito de Sito Alonso es que sus jugadores mejoren sus prestaciones defensivas. Esa fue el arma con la que remontó al Brose alemán en su último partido europeo y la que quiere poner en práctica hoy. El equipo vitoriano llega con la única duda de Shengelia, aún recuperándose de un esguince de tobillo, y con una buena dinámica de competición. Justo al contrario que el Tecncyonta, que tendrá que hacer malabares en Vitoria.