Muy motivado hay que estar para dar paladas sobre una canoa sin parar durante años y centenares de kilómetros en el agua con el reto de subir al podio en las grandes competiciones, algo a lo que David Cal está habituado. A lo que no estaba acostumbrado esta leyenda del deporte español, de 32 años, es a no tener ilusión. Por eso el excepcional palista ha decidido bajarse de la canoa y poner punto final a su brillante trayectoria, que le ha llevado a ser el español con más medallas en los Juegos Olímpicos: 1 oro (Atenas 2004) y 4 platas.

Cal, que fue abanderado de la delegación española en los Juegos de Pekín del 2008, seguía hasta hace bien poco su preparación con el reto de acudir a los JJOO de Río de Janeiro del próximo año. Se entrenaba en Brasil con su preparador de toda la vida, Suso Morlán, actualmente entrenador del equipo brasileño de piragüismo. "Le falta motivación tras ganar cinco medallas olímpicas", explica Juan José Mangas, presidente de la Federación Española, quien también desliza los problemas de sobrepeso que sufría el atleta, algo que ya era muy evidente desde hace tiempo, como pudo constatarse el pasado septiembre en la fiesta final de la Vuelta celebrada en Santiago, gala a la que acudió Cal con unos kilos de más.

Dotado de una fuerza descomunal, el gallego no solo se distinguió por la potencia de sus paladas sino que, junto a Morlán, eran expertos en dibujar estrategias perfectas. Hasta el extremo de buscar terminar en un tercer o cuarto lugar en las pruebas eliminatorias para, así, poder correr la final por el canal que previamente habían comprobado que estaba más protegido por el viento.

Los agradecimientos

Esa inteligencia, y también su indiscutible clase, le llevaron al podio en los grandes campeonatos: conquistó cinco medallas en los Mundiales (1 de oro, 3 de plata y 1 de bronce) y otras cinco en los Europeos (1 plata y 4 bronces). Su especialidad era la canoa monoplaza en la distancia de 500 y 1.000 metros. "David ha sido el pionero. Gracias a sus éxitos nuestro deporte se ha relanzado. Ha sido un referente para una gran generación de palistas", manifestó el piragüista gallego Carlos Pérez, Perucho.

"David será el abanderado del deporte español durante mucho tiempo", aseguró Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español (COE), a quien no le pilló de sorpresa la retirada del supercampeón gallego ya que fue él mismo quien se lo anunció hace unos días. "Me quedo con que tenemos que aplaudirle y darle las gracias por todo lo que nos ha dado. Siempre será un campeón y una leyenda para el deporte español". El COE, ante la decisión definitiva de Cal, prepara ya un homenaje para el próximo 13 de abril.

Cal, el chico que empezó a remar en la ría de Pontevedra a los 8 años, se marcha convertido en una leyenda. Vacío de ilusión pero cargado con un palmarés difícilmente superable para las futuras generaciones de palistas. A su estela deja el mejor espejo en el que mirarse.