Lo que mal empieza mal acaba. Lo sabe bien el CAI Zaragoza después de vivir un encuentro bochornoso ante el Valencia en su primer partido de la Liga Endesa (82-66). En el minuto 3 el marcador (10-0) ya advertía de la dureza con la que había entrado en la pista el rival. En el minuto 26, nada más reanudar la segunda parte, los peores augurios se confirmaban (57-30) con una diferencia de 27 puntos. El 12 de octubre iba a ser, en contra de toda tradición aragonesa, un día para olvidar; para quitar del calendario. Al menos en el baloncesto.

No pudo terminar peor el día del Pilar para los de José Luis Abós. A los aragoneses no les dio ningún tipo de suerte que Zaragoza estuviese celebrando su día más grande. Al contrario, todo les salió al revés mostrando en Valencia su peor versión. "Caer derrotado de ese modo es muy duro. Hubo muchos errores. La conclusión es que hay que seguir trabajando. Todos tenemos que dar un paso más, especialmente en defensa, y tirar para adelante", dice Pablo Almazán sobre el encuentro en el que disputó un total de 16 minutos.

Excepto Hettsheimeir, nadie estuvo bien. El brasileño comenzó la Liga muy fuerte con un total de 21 puntos, siete rebotes y 24 de valoración, dejando claro que esta temporada será fundamental en la entidad caísta. El resto de la plantilla simplemente se ausentó. Abós planteó mal el partido y sus pupilos no hicieron nada para remediarlo. Burstchi terminó con -5 de valoración, mientras que Cabezas perdió un total de cinco balones. Van Rossom apareció de forma intermitente para dar siete asistencias, al igual que Toppert anotando dos triples en todo el partido. Del resto no hubo ni rastro. Horripilante la intensidad defensiva, insuficiente el ataque y decepcionante la actitud colectiva.

La mala imagen mostrada en Valencia ha reavivado los fantasmas que acompañaron al CAI de la pasada campaña fuera de casa. Las especulaciones sobre un equipo similar a domicilio que el visto en la temporada 2010-2011 no se han hecho esperar, pero todavía es pronto para juzgar. "Estamos a principio de temporada. Es el comienzo y por ahora no se puede tener una idea de cómo será el equipo durante toda la temporada", dice Almazán, a lo que añade: "Falta gente que está lesionada y nos queda mucho trabajo por delante. Un largo camino por recorrer". El granadino pide el beneficio de la duda para un CAI que acaba de disputar la primera jornada, con seis nuevas incorporaciones y varios jugadores todavía sin recuperar. Mientras tanto, el listón sigue estando en los playoffs y en la Copa.

Este domingo, a las 12.15 en el Príncipe Felipe, será momento de demostrar que la lección está aprendida. "Tenemos que corregir todos los errores obligatoriamente. Sobre todo porque jugamos en casa ante nuestra afición. También por nosotros mismos porque el equipo necesita ese revulsivo para seguir mirando hacia arriba", comenta el 12 del CAI. Ante ellos estará un rival nada asequible para remontar la catástrofe del miércoles. Un Caja Laboral al que hay que plantar cara.