El CAI Zaragoza está teniendo muchos problemas para cerrar la temporada 2015-16 en el aspecto económico. De hecho el club tiene pendientes de pago algunas cantidades a los jugadores, sobre todo las referentes a derechos de imagen, así como con algunos proveedores. La caída de ingresos, agravada especialmente con la drástica reducción de la subvención del Gobierno de Aragón (500.000 euros menos con los que contaba la entidad), ha provocado una falta de liquidez inédita en un club caracterizado por la puntualidad en sus pagos.

Precisamente esa tensión de tesorería ha sido uno de los motivos fundamentales por los que el CAI Zaragoza está inmerso en una ampliación de capital. El club necesita ingresar dinero en sus arcas para poder cumplir con todos los pagos que tiene pendientes y cerrar así este curso en el capítulo económico. La junta de accionistas asumió esas pérdidas y aprobó una ampliación de 600.000 euros de los que ya se han cubierto la mitad.

El club vivió una situación parecida en la campaña 2010-11, cuando el retraso en el pago de las subvenciones provocó un problema de liquidez que quedó resuelto mediante un crédito que, eso sí, generó unos gastos imprevistos a la entidad en forma de intereses. En esta ocasión el problema no es solo el retraso en el pago, que también. El Gobierno de Aragón ha empezado a pagar este año las cantidades correspondientes al 2015 y, aunque ha aprobado la partida del 2016, todavía no la ha firmado.

Sin embargo, el mayor contratiempo para el CAI Zaragoza no es ese sino el hecho de que la DGA ha decidido recortar drásticamente la cantidad destinada a sociedades anónimas y el club pasará de percibir 640.000 euros como los dos últimos años --y como aproximadamente calculaba para este-- a solo 140.000. Un desfase que ahora ha provocado problemas de impagos.