El año 2005 lo vuelven a llenar las aventuras de Carlos Pauner y su grupo en el Himalaya. El jacetano hizo dos incursiones en el macizo más alto de la Tierra. A finales de mayo se tuvo que retirar del Everest junto al zaragozano Javier Pérez y el 20 de julio tuvo más éxito. Subió el Nanga Parbat (8.125 metros) junto a los montisonenses José Villalta y Raúl Martínez.

El año se ha completado con la frustrada intentona del Grupo Militar de Alta Montaña al Makalu (8.643 metros), las actividades del grupo de Peña Guara capitaneado por Cecilia Buil y las conquistas del Centro de Tecnificación de Alpinismo de la Federación Aragonesa.

Carlos Pauner ha proseguido con su incesante actividad montañera. El pasado mes de marzo partió junto a su compañero de Montañeros de Aragón Javier Pérez con la ilusión de ser uno de los pocos elegidos de alcanzar el techo del mundo sin oxígeno. En esta ocasión eligió la vía normal nepalí.

Pero se quedaron en el tramo final de la montaña, en el campamento III a 7.300 metros. "El pronóstico del tiempo es malo. Viento, viento y muy pocas oportunidades para los que van con oxígeno y ninguna para los que no utilizan esta ayuda artificial", explicaba el alpinista desde el Himalaya. Pérez y Pauner se retiraban el 26 de mayo. "Había que valorar las previsiones meteorológicas y el deterioro de la cascada de hielo. Me sabe un poco mal, pero es importante mantener la cabeza fría. Las previsiones eran fiables y muy malas; la cascada del Khumbu se derretía", afirmaba el jacetano. El año 2000 hizo su primer intento al Everest por Nepal y se retiró antes de alcanzar los 8.000 metros.

Nuevo reto

Dos semanas más tarde la cordada de José Carlos Pauner partía hacia el Pakistán. El próximo objetivo era el Nanga Parbat por la ruta alemana, la conocida como vía Kinshofer. El equipo lo componían Fran Lorente, Javier Abad, Raúl Martínez y José Villalta junto a los vascos Raquel Pérez y Willy Barbier. El grupo era de los más fuertes en la historia del alpinismo aragonés junto a los de Peña Guara que subieron las montañas más altas del mundo en los ochenta.

Por otro lado, era la primera vez que una expedición aragonesa acudía con un enfermero, Manuel Vázquez. El despliegue médico fue organizado por el Salud para llevar a cabo la planificación y ejecución sanitaria de la ascensión al pico. La llegada al campamento base de Vázquez no pudo ser más ajetreada puesto que Raquel Pérez se fisuró la pelvis al caerle una placa de hielo en su tienda de campaña. El 26 de junio Pérez ingresaba en el Clínico.

El comando de Pauner proseguía su ataque al Nanga Parbat. Tras ocho horas de dura ascensión y a la tercera intentona, Carlos Pauner, José Villalta y Raúl Martínez llegaban a la cima de 8.125 metros alumbrados por la luna llena. Los tres han sido los únicos aragoneses que han hollado un ochomil en el 2005. Ese histórico 20 de julio, una cifra récord de 21 alpinistas llegaban a la cumbre de la montaña de los alemanes. Entre ellos se encontraba la guipuzcoana Edurne Pasaban, que con el Nanga lograba su octavo ochomil.

Para el jacetano Carlos Pauner era el sexto en su curriculum tras el K-2, el Makalu, el Kangchenjunga, el Gasherbrum I y el Cho Oyu. Javier Abad y Fran Lorente no pudieron llegar arriba por problemas físicos. Por lo que respecta a Raúl Martínez y José Villalta, tuvieron congelaciones de cierta importancia (Martínez sufrió amputaciones en el pie izquierdo).

"Lo hemos pasado muy a gusto. Si nos fuimos muy amigos, volvimos más. Éramos la envidia de otras expediciones. Cuatro aragoneses intentaban su primer ochomil. Han llegado muy verdes y han aprendido mucho", explicaba Pauner. En la montaña pakistaní se engrosaba la cordada de Pauner. A Javier Pérez, Javier Barra, Javier Serrano, Juan Carlos Cirera, Santiago Sagaste e Isabel Santolaria se unían Fran Lorente, Raúl Martínez, Javier Abad y José Villalta.