El suizo Roger Federer ha abrumado con su juego majestuoso al mallorquín Rafael Nadal, al que ha vencido por 6-3 y 6-4 en una hora y 31 minutos en Indian Wells, primer Masters 1000 de la temporada, y así clasificarse para disputar la final del torneo frente al estadounidense John Isner, que ha sorprendido al doblegar en la otra semifinal al número uno del mundo, Novak Djokovic, por 7-6 3-6 7-6.

Roger Federer abraza a Rafa Nadal durante la semifinal del abierto de Indian Wells, California. John G. Mabanglo | EFE

Más informaciónTags: Deportes, Tenis El partido, que ha comenzado con tres horas y media de retraso respecto al horario previsto por una tormenta que ha descargado sobre el desierto californiano, ha podido comenzar de forma muy distinta si Nadal hubiese aprovechado las dos bolas que ha tenido para romper a su rival, salvadas por el suizo con su excepcional saque.

A partir de ahí Federer ha sacado su derecha a pasear y ha derrochado toda su clase en varias acciones lujosas para la vista que lograba articular sin aparente esfuerzo (3-0), incluido un break en el primer juego con saque de Nadal.

La exhibición de reveses y voleas del de Basilea ha encontrado rápida respuesta en la garra, coraje y potencia de Nadal, que se ha anotado los tres siguientes juegos (uno de ellos en blanco) para cortar la brecha e igualar la contienda.

Doble falta inoportuna

Con 4-3 a favor del número tres del mundo, el mallorquín ha encajado un duro golpe al perder su servicio para, a continuación, ceder el set en blanco con un punto obtenido por el suizo gracias a una preciosa dejada.

El mallorquín ha decidido asumir más riesgos. Se ha atrevido a subir a la red y ha salido victorioso, pero su atisbo de reacción ha sido sepultado de forma clamorosa por un imperturbable Federer, que le ha robado el saque a su oponente con un juego en blanco (2-1).

Su juego destilaba la clarividencia de las grandes ocasiones. Recordaba a su mejor versión, si acaso no era esa la que dejaba por momentos boquiabiertos a los 12.000 espectadores que asistían al envite.

Con 3-1 en contra, regresar al partido pasaba por un break del manacorense, y lejos de producirse, Nadal, que ha cometido una doble falta en el peor momento, ha comenzado a asomarse al abismo al perder control de nuevo sobre su servicio (4-2).

El suizo no perdona

Federer no ha perdonado con el suyo y ha dejado al español en la encrucijada y a un juego de ceder el partido. Ahí ha respondido con casta el de Manacor. Ha evitado que el suizo cantase victoria con su saque y ha defendido el suyo a capa y espada (5-4), pero necesitaba un último esfuerzo para lograr el empate ante el misil de su rival.

Parecía que flojeaba el suizo con su saque, pero en pleno intercambio de golpes desde el fondo de la pista, la bola de Nadal se ha quedado en la red y ha dejado a su contrincante a un punto de la victoria.

En ese momento cumbre ha regresado la lluvia. Se ha parado el partido unos minutos con las pulsaciones a tope. Y al reanudarse Federer ha desenfundado y ha disparado a la velocidad de la luz.