Una semana más, los números previos al partido indicaban que el empate a cero era el resultado más previsible y, de nuevo, se cumplieron los pronósticos. En El Carmen se vieron las dos caras de la moneda arlequinada. La negativa, que los de Emilio Larraz acumulan cinco jornadas consecutivas sin marcar y, la positiva, que tampoco encajan goles, aunque en el partido de ayer, poco le faltó debido al penalti que Montoya paró a dos minutos del final.

En la primera parte, poco fútbol combinativo y mucho táctico. Ambos equipos se tantearon y apenas pisaron las áreas contrarias. Alain lo intentó con un tiro muy forzado que se marchó fuera y Enric probó con la zurda a Montoya aunque detuvo el portero local sin problemas.

Tras el descanso, el Ebro dio un paso al frente. Al cuarto de hora, Marcos tuvo que intervenir para evitar el gol de Alain. El delantero pudo marcar a diez del final pero, de nuevo, se topó con el guardameta visitante.

En el minuto 88 llegó la jugada decisiva del partido. Ripoll entró en el área, cayó y el colegiado señaló penalti. Ahí emergió la figura de Montoya, quien paró la pena máxima con los pies. Lleno de moral, se fue arriba el Ebro y Txema Pan pudo dar la victoria a los de La Almozara pero su tiro centrado lo atrapó Marcos.

Los arlequinados siguen novenos aunque, tras esta jornada, a tres puntos del playoff.