La inclusión del aragonés Jorge Arcas en el nueve del Movistar para la Vuelta 2017 que comenzará el próximo sábado 19 de agosto en Nimes (Francia) va a permitir al ciclismo en Aragón tomar el relevo de Ángel Vicioso, David Cañada y el ahora director técnico de la Vuelta Fernando Escartín.

La presencia de Arcas en su segundo año en la máxima categoría ciclista la justifican desde su equipo por "la solidez y buen trabajo mostrados" en este tiempo.

También le definen como "potente rodador y solvente en la media montaña" a la vez que "ha acumulado una impagable experiencia 'tirando del carro' y asistiendo a sus compañeros".

La función que le adjudican en la 72 Vuelta en la formación azul, a la que acude sin un líder para la general por la lesión de Alejandro Valverde y la ausencia de Nairo Quintana tras haber competido en Giro de Italia y Tour de Francia, será la de "conducir al grupo en los días más complicados para los 'pesos pluma' del grupo".

En cuanto al relevo que toma de los aragoneses el de Sabiñánigo, el veterano Vicioso, todavía en activo en el Katusha Alpecin aunque ya ha anunciado su retirada a final de temporada, ha sido el aragonés que en los últimos años ha mantenido encendida la antorcha de los maños en las grandes pruebas por etapas y que ahora recoge testimonialmente Arcas.

El de Alhama de Aragón, con 17 participaciones entre Giro (7), Tour (4) y Vuelta (6) en sus dieciocho temporadas en activo, ha estado siempre presente los últimos siete años (entre 2011 y 2017) en la salida al menos de una de ellas.

La carrera rosa ha sido la más habitual estos últimos años con cinco participaciones y en la que logró su victoria de etapa más importante de su palmarés al imponerse en Rapallo, además de que ha sido en la última en la que ha competido; en el Tour solo se puso el dorsal en 2016, mientras que en la Vuelta lo hizo en 2012, 2013 y 2015.

El boicot al que se vio sometido por los equipos del World Tour tras la Operación Puerto condicionó su presencia en Giro, Vuelta y Tour y le dejó en blanco entre 2006 y 2010, mientras que previamente había competido en otras ocho ediciones de las grandes entre 2000 y 2005.

Por su parte David Cañada, trágicamente fallecido en mayo de 2016 cuando participaba en la cicloturista Puertos de la Ribagorza en Graus (Huesca), estuvo diez años en la máxima categoría en la que tomo la salida en catorce pruebas en las que solo registró dos abandonos y firmó su mejor actuación en el Giro de 2004 en el que finalizó en el puesto 18.

Fernando Escartín, activo en el pelotón profesional entre 1990 y 2002, firma el mejor palmarés de la historia de un ciclista aragonés en las grandes vueltas, ya que en todas ellas finalizó al menos en una ocasión entre los diez primeros, además sus dos segundos puestos en las Vueltas de 1997 y 1998 y un tercero en el Tour de 1999, donde se impuso en la etapa que finalizó en Piau Engaly.

El de Biescas compitió en 2 Giros, 9 Tours (cinco de ellos en el 'top ten') y otras tantas Vueltas en las que siempre finalizó entre los diez mejores, salvo en 1999 y 2002 que abandonó.

Para Jorge Arcas no va a ser fácil tomar el testigo que dejan el trío citado, aunque muy pronto dejará de ser el único aragonés en la elite ciclista ya que muy probablemente en 2018 llegará otro trío de aragoneses.

Fernando Barceló, que ya ha competido como invitado con Cofidis, así como Jaime Castrillo y Sergio Samitier, que está firmando su temporada más brillante, ya están llamando a las puertas del ciclismo de alta competición.

Además este año se ha celebrado el cincuenta aniversario de la primera victoria de un ciclista aragonés en una etapa de la Vuelta, que lo fue también en una grande, y que logró el zaragozano de Bárboles Ángel Ibáñez en la plaza del Pilar el 10 de mayo de 1967.

Sin embargo desde hace ya 27 años ningún otro aragonés ha sido capaz de reeditar el triunfo que logró Carlos Hernández el 4 de mayo de 1990 en la estación invernal leonesa de San Isidro.

Carlos Hernández, aunque nacido en Barcelona se crió en Aragón y era conocido en el pelotón como "El mañico", es el único aragonés que acumula más de una victoria de etapa en una grande, ya que a la de San Isidro sumó previamente otras dos en Oviedo en 1987 y la primera en León en 1983.

A todos ellos podría unirse el conquense Juan Argudo, aunque afincado una buena parte de su vida en Huesca, que en 1979 ganó en Murcia la quinta etapa.