Una brillante segunda mitad del Málaga, de la mano de Santa Cruz, sirvió para que el Málaga sumara su tercer triunfo consecutiva y completara el naufragio del Madrid (3-2), con su cuarta derrota fuera y a 16 puntos del líder Barcelona.

Mourinho es una fuente inagotable de ideas. Esta vez sentó a Casillas en el banquillo para dar entrada a Adán. Ambos equipos plantearon una guerra de desgaste, aunque los primeros minutos fueron blancos. La parálisis momentánea blanquiazul se desvaneció para que gozarán de sus mejores minutos. A pesar de enfrascar a su rival, el Málaga no probó a Adán. Pero Isco aprovechó su situación libre de marca para marcar.

Arbeloa fue sustituido por Callejón, en un intento de Mourinho para sumar potencial ofensivo. Minutos después llegaba el gol de la igualada, de Sergio Sánchez en propia meta. Pellegrini ganaría la partida a Mourinho en los cambios. Reforzó su medio del campo con Iturra y sumó pólvora con Santa Cruz en punta. De inmediato, aprovechó un rechace de Adán para lograr el 2-1. Tres minutos después repetiría de nuevo con un sutil remate para alejar el balón de las manos de Adán en su estreno liguero (3-1).

Así, el Madrid encararía sus últimos diez minutos con dos goles en contra. El gol de Benzema llamó a la remontada heroica, pero el Málaga aguantó.