Hinchas del Alavés y del Betis se enzarzaron ayer en una pelea multitudinaria en Vitoria, horas antes del partido de fútbol. La pelea se inició poco antes de las doce del mediodía en la calle Portal de Castilla y para pararla fue necesario que un agente de la Ertzaintza de paisano disparara varios tiros al aire.

No se registraron detenidos, ni heridos que precisaran traslado a centros sanitarios, aunque las patrullas policiales trasladadas al lugar efectuaron numerosas identificaciones. La Comisión Antiviolencia declaró de alto riesgo el encuentro.

Mientras, el sindicato de la Ertzaintza (ErNE) responsabilizó al director de la Policía vasca, Gervasio Gabirondo, del enfrentamiento "al no haber considerado el partido de alto riesgo" pese a que sí había sido declarado como tal. En un comunicado, ErNE acusó al Departamento de Seguridad de "falta de previsión" por no habilitar las dotaciones policiales suficientes para controlar este partido.

Los 150 seguidores del Betis, acompañados por la Ertzaintza, accedieron con total normalidad al interior del estadio de Mendizorroza antes del inicio del encuentro y el Alavés condenó de manera enérgica la pelea.

.