"Fue muy duro tener que decirle a Rafa y a todos los que estaban a su alrededor que debía dejarlo", admitía Ángel Ruiz Cotorro, médico de la Federación Española de Tenis y que trabaja con Rafael Nadal desde los 16 años. "Ya hemos vivido situaciones límite otras veces con otras lesiones, pero esta es muy dura. El riesgo de rotura era muy alto y seguramente no habría podido ni acabar el torneo. Cada vez sufría más. Si hubiese seguido y se hubiera roto, habría supuesto cinco o seis meses de baja", aseguró el doctor, que evitó dar ningún plazo para el regreso del balear: "Ahora hay que ver cómo evoluciona la lesión y cómo reacciona la articulación al reposo".