Desgraciadamente no cesa la violencia en los partidos de categoría inferiores, donde los nervios están a flor de piel tanto en el terreno de juego como en las gradas, que casi siempre ocupan padres y jugadores. Si hace una semana se produjo un espectáculo vergonzoso en el encuentro de infantiles entre el Alaró y el Collerense, en Mallorca, este fin de semana ha vuelto la violencia en el fútbol de promoción, con tortas y peleas en el partido que disputaban el Fútbol Club Andorra y la AE El Prat y que se celebraba en el Principado.

Todo empezó cuando el jugador local Jordi Aláez solicitó a El Prat quelanzase el balón fuera puesto que había un compañero lesionado. Entonces empiezan las trifulcas que aumentan cuando se expulsa a un futbolista visitante. Tal como muestran las imágenes de la televisión andorrana la pelea se traslada a la grada con reparto de puñetazos. Las imágenes han causado consternación sobre todo en Andorra.