El Real Zaragoza anunció la contratación de Raúl Agné Montull a última hora de la tarde de ayer. El técnico aragonés, de Mequinenza y de 46 años, viene como una apuesta muy personal de Narcís Juliá, director deportivo, que también, dentro de las limitaciones económicas que había, fue el gran sustento para la llegada de Lluís Carreras y de Luis Milla. En este caso, el aval es todavía mayor, porque le vincula una muy buena relación con Agné desde la temporada 2002-03, cuando Juliá era director deportivo del Girona y Agné apuraba sus últimos días como jugador y lo fichó para el club catalán, si bien ese último curso apenas pudo jugar por una lesión de rodilla.
El club no anunció el contrato del entrenador aragonés, pero sería hasta final de temporada con la posibilidad de otro año opcional si se cumplen objetivos. Agné, que será presentado a las 12.00 horas en La Romareda y dirigirá su primer entrenamiento por la tarde, llega acompañado por Antonio Rodríguez, Rodri, como segundo y Toni Masferrer, como preparador físico, sus habituales ayudantes. Y, por supuesto, su fichaje esta dentro de los parámetros del club, unos 140.000 euros para todo el cuerpo técnico hasta final de curso.
Después de ver inviables de forma económica y también por predisposición las opciones de técnicos como Pepe Mel o Joaquín Caparrós, que quieren dirigir en Primera, y de que no se tantearan de forma real opciones como las de Juan Ignacio Martínez, Juliá apostó fuerte por Rubi, pero el entrenador de Vilasar de Mar, al que ya había tanteado, rechazó la propuesta zaragocista ayer por la mañana. Según fuentes cercanas al preparador, porque no le convencía el proyecto. Juliá y Rubi se conocen desde la 13-14 en Can Barça. El primero era ayudante de la secretaría técnica de Zubizarreta y, el segundo, del cuerpo técnico, primero de Tito Vilanova y después de Martino.
PREDISPOSICIÓN TOTAL
Las reuniones se sucedieron en el Zaragoza ayer y se intentó alguna otra vía con más caché, pero Juliá tenía clara la apuesta por Agné y su aval se terminó por imponer. Fue jugador del filial del Zaragoza, es un técnico con carácter, conoce la categoría de plata y tiene experiencia: 247 partidos como entrenador, 157 de ellos en Segunda (42 victorias), entre Recreativo, Tenerife y Girona, donde más encuentros ha dirigido. El resto (90) lo hizo en Segunda División B.
El director deportivo zaragocista ya había hablado con Agné en los días previos y lo hizo en la mañana de ayer, también con su representante, y tenía clara la absoluta predisposición del entrenador, muy ilusionado con afrontar el gran reto que supone para él llegar al Zaragoza. A media tarde se produjo el diálogo definitivo entre las partes y el sí del consejo de administración a la propuesta de Juliá, su tercera apuesta en el Zaragoza, la más personal de las tres por el estrecho vínculo entre el entrenador y el director deportivo.
Y es que en esa temporada 02-03 fue donde sus destinos coincidieron. Aquel curso Juliá lo empezó como director deportivo y lo acabó como entrenador tras destituir a Pep Moratalla y ser clave en la promoción de ascenso del Girona a Segunda B. Agné ya había anunciado su retirada por las lesiones.
Ahí se inició una relación entre ambos que se ha prolongado en el tiempo. En la 09-10 Juliá logró como entrenador la permanencia del Girona en Segunda, el club catalán cambió de propiedad y Xavier, hermano del director deportivo zaragocista, pasó a ser el encargado de esa parcela en el Girona para que Agné fuera el entrenador mientras Narcís tomaba rumbo al Barcelona como ayudante de Zubizarreta. En el 2011, Agné fue uno de los grandes candidatos para dirigir al Barça B junto a Óscar García, pero fue Eusebio Sacristán quien sustitiuyó en el filial a Luis Enrique.
Hubiera sido en la cantera del Barcelona la segunda vez que las carreras de ambos, la de Juliá y la de Agné, se unían, pero será en el Zaragoza, al que el técnico nacido en Mequinenza llega para hacer reaccionar a un equipo que es decimoquinto y en una crisis absoluta de resultados que acabó con la etapa de Milla en el banquillo.
