"Es un portero con mucha envergadura y, a pesar de ello, es ágil, juega bien con los pies y es valiente". Esa es, a grandes rasgos, la definición que Raúl Valbuena, exentrenador de las categorías inferiores del Zaragoza, hace de la joven promesa del club, Dario Ramos, al que ha dirigido durante los últimas cuatro años. El guardameta, de tan solo 15 años, será incluido en la operación que dará con Vallejo en el Real Madrid. Una decisión, según Valbuena, que "demuestra la poca paciencia del club con sus canteranos".

La progresión del arquero aragonés se ha visto acelerada en la última temporada. A pesar de la rotura de menisco que lo alejó de la Ciudad Deportiva durante cuatro meses, llegando a perderse 19 encuentros y por la que no fue operado debido a que se encuentra en fase de crecimiento, el jugador se hizo con el puesto en la meta del cadete del Zaragoza. Además de jugar la mayor parte de los minutos en el equipo de Raúl Valbuena y conseguir el campeonato en División de Honor, Darío Ramos encontró el premio de la selección el pasado mes de junio. El cancerbero fue convocado para disputar la Copa Presidente en Astaná (Kazajistán) con España sub-16. El zaragozano, además, ganó junto a sus compañeros del Zaragoza la Copa Coca Cola que les acreditó como el mejor cadete de España.

Aunque la progresión de Ramos ha sido fulgurante desde la segunda mitad de la pasada campaña, el portero apenas ha contado para el equipo de Liga Nacional Juvenil, un salto que le hubiera permitido seguir creciendo más. Sobre esta cuestión, Valbuena es tajante: "Es una pena que el club no hay confiado en él. A pesar de sus éxitos y la convocatoria con la selección, Dario no contaba para el juvenil, siempre ha estado con nosotros en el cadete. Si un club quiere que un jugador progrese debe darle la oportunidad de subir. No tiene porque quemar todas las etapas en las diferentes categorías, al igual que Vallejo", comenta.

Valbuena, que ya no sigue como formador en las categorías inferiores del club, es el entrenador que más tiempo ha dirigo en el Zaragoza a Darío Ramos. Para él lo más positivo del portero es que "tiene mucha envergadura y a pesar de eso es muy ágil y juega bien con el balón en los pies, no me refiero a tirar el balón hacia arriba, sino a ayudar a sus compañeros a la hora de sacar el balón desde atrás. Además, es sobrio, muy atento y muy valiente", argumenta.