Un empate es como un vaso a la mitad, susceptible de varias lecturas, seguramente todas válidas. Un punto en Logroño, en las circunstancias actuales de la Asobal, es un puntazo, un logro al alcance de muy pocos, una hazaña de gran mérito. Es lo que consiguió ayer el Balonmano Aragón al firmar las tablas (29-29) con un dos últimos lanzamientos rivales, uno al palo y otro fuera sin ángulo, su primer punto lejos de Zaragoza. Lo logró con una fe infinita, llegando dos goles por debajo al tramo decisivo, lo hizo rehaciéndose en tiempo récord de su tropiezo en Cangas. Pero lo logró también tras dejarse por el camino una ventaja que llegó a ser de siete goles (2-7), hundido físicamente en la segunda mitad.

El Naturhouse se complicó el partido en los primeros minutos, por su incapacidad para defender a Alberto Val, por el que pasaban todos los balones, y por sus propios errores de ataque, que cada vez le pesaban más. Con un cuarto de partido jugado, el Aragón tenía una renta difícil de imaginar antes (4-10) y el Naturhouse el partido más que cuesta arriba.

Los riojanos reaccionaron y empezaron a enseñar algo más su calidad, aunque en algunas ocasiones les pudo la ansiedad. Así, poco antes del descanso, el equipo de Logroño recortó la diferencia (9-12) e imprimió una velocidad al partido con la que dio la sensación de poder remontar. Ya se había visto que el Naturhouse disponía de una marcha más y con Tioumentsev en pista (en sus primeros minutos del año) empezó a ir a más en el inicio del segundo tiempo.

En el Aragón sólo Pérez de Iestrosa parecía centrado, pero todo el resto del equipo asistía impotente a los mejores minutos de defensa y ataque de los riojanos. El Naturhouse empató con un gol de Tioumentsev (a 23) a diez minutos y se adueñó del partido. Los riojanos llegaron a tener una diferencia de tres goles (28-25) a tres minutos del final, pero entonces empezó a poderles la presión. El equipo aragonés trató de reaccionar (28-27 a minuto y medio) pero pareció sentenciado poco después (29-27). No fue así. Pérez de Inestrosa le dio aire al Aragón a 45 segundos del final (29-28), y Miguel Sánchez aprovechó un error local para empatar.