Nada más acabar el partido ya se pudo ver al presidente, Christian Lapetra, y a varios miembros del consejo celebrar una improvisada reunión y las próximas horas van a ser decisivas para saber si Agné seguirá en el banquillo ante el Elche. Ni las sensaciones ni los números le avalan, ni tampoco tiene crédito desde hace tiempo dentro del club, aunque se va a tomar la decisión con el paso de las horas y más en frío. Y en ella la opinión del director deportivo, Lalo Arantegui, va a ser la clave, aunque sin duda Agné está en un momento de máxima debilidad y su continuidad se encuentra más que amenazada.

Las circunstancias, el relevo en la dirección deportiva, el estrecho margen económico, la idea de acabar la temporada como sea para no condicionar la próxima con un técnico recién llegado que pida otro año de contrato y las dudas sobre dar el timón a Láinez, de buen trabajo en el filial pero sin experiencia como técnico profesional y en un momento tan delicado, han ido propiciando los equilibrios de Agné, pero ahora mismo la situación parece haber llegado ya a un punto donde el club se plantea de forma clara que es muy necesario dar un golpe de timón.

La intención en la entidad era que, salvo hecatombe o situación dramática, Agné, pese a sus malos resultados, acabara la temporada. Anoche, todavía en caliente, nadie en la SAD anticipaba la decisión a tomar, aunque se admitía la gravedad del momento. Ahora, el club escuchará a Arantegui, cuya primera decisión importante ha llegado.