NÁPOLES 1

REAL MADRID 3

3Goles: 1-0, min. 24: Mertens; 1-1, min. 52: Sergio Ramos; 1-2, min. 57: Sergio Ramos; 1-3, min. 91: Morata.

3Árbitro: Cuneyt Cakir (TUR). Mostró cartulina amarilla a Allan y a Diawara.

3Incidencias: 60.200 espectadores.

3Nápoles: Pepe Reina; Hysaj, Albiol, Koulibaly, Ghoulam; Allan (Marko Rog, min. 56), Diawara, Hamsik (Zielinski, min. 75); Callejón, Mertens, Insigne (Milik, min. 70).

3Real Madrid: Keylor Navas; Carvajal, Sergio Ramos, Pepe, Marcelo; Toni Kroos, Modric (Isco, min. 80), Casemiro; Ronaldo, Benzema (Morata, min. 77), Bale (Lucas Vázquez, min. 68).

Sergio Ramos volvió a ser el salvador del Real Madrid al cambiar el rumbo de un partido que se le ponía cuesta arriba tras el gol en la primera parte de Dries Mertens para el Nápoles, y firmó un doblete con dos testarazos a saques de esquina de Kroos para sellar el pase a cuartos de la Liga de Campeones. Sufrió el Real Madrid en Nápoles para hacer bueno el 3-1 de la ida en una primera parte superado por su rival, falto de intensidad y sin ayudas defensivas de sus jugadores ofensivos que provocaron desequilibrio. Martens plasmó el dominio italiano con su disparo cruzado a la red a los 24 minutos y pudo firmar el segundo si no es por el poste de la portería de Keylor Navas. También repelió la madera la llegada más peligrosa del Real Madrid en la primera parte, en una clara ocasión de Cristiano Ronaldo. En la reanudación, el equipo de Zinedine Zidane cambió su actitud y Ramos firmó dos tantos de cabeza en los minutos 52 y 57. Con la eliminatoria sentenciada, Álvaro Morata firmó el broche a placer para cerrar el mismo resultado de la ida (1-3).

A pesar de haber sufrido mucho al principio del encuentro, el Real Madrid se metió en los cuartos de final de la Liga de Campeones por séptimo año consecutivo y sigue invicto esta temporada en una competición en la que busca este año agrandar su leyenda, revalidando el título del último curso.

El Nápoles salió ovacionado por sus 60.000 aficionados, que nunca dejaron de cantar a lo largo de todo el encuentro y que le agradecieron por el compromiso mostrado en el campo. La afición recibió a sus futbolistas con dos amplios mosaicos, que fueron expuestos por los dos fondos. La curva A exhibió una imagen de una serie de superhéroes y la acompañó con el mensaje: «Este no es un simple partido, es una batalla». La curva B puso un barco con el escudo del Madrid a punto de hundirse y agregó: «Y ahora hay que hundirles».

Empujado por sus tifosi, el Nápoles salió con agresividad y asustó al Madrid con el argelino Faouzi Ghoulam, que rozó un gran gol lanzando un córner, y con el eslovaco Marek Hamsik, que lo intentó con dos peligrosos remates desde fuera del área.

EL PRIMER GOL / Enfrente, Zinedine Zidane alineó al once que ganó la undécima Champions, encomendándose a la ‘BBC’, formada por Cristiano Ronaldo, Benzema y Gareth Bale. El equipo blanco se encerró atrás a la espera de aprovechar la velocidad de Bale y Ronaldo al contragolpe, aunque eso permitió al Nápoles instalarse de forma estable en la zona de peligro madridista. La superioridad napolitana tuvo premio cuando Mertens recibió en el área un pase al hueco de Hamsik y definió con un zurdazo cruzado. El gol italiano obligó al Madrid a atacar más, lo que dio vida a una fase espectacular del encuentro.

En el minuto 29, Ronaldo sembró el pánico en el San Paolo con un disparo que se estrelló contra un poste, mientras que, nueve minutos después Mertens rozó el doblete con un derechazo que impactó en el palo. Así, el Nápoles se fue al descanso acariciando la clasificación y el Madrid con la obligación de cambiar radicalmente de actitud.

Ese cambio llegó de forma inmediata, liderado por el capitán Sergio Ramos, que silenció al San Paolo con dos goles en el espacio de siete minutos que acabaron con los sueños del Nápoles. Dos saques de esquina lanzados por el alemán Toni Kroos fueron suficientes para Ramos para firmar un contundente doblete de cabeza (minutos 52 y 57) y encarrilar el pase a cuartos.

Tras recibir esos dos goles, Sarri dio paso a Zielinski, al polaco Arkadiusz Milik y al croata Marko Rog para animar a su equipo a que siguiera atacando, pero el Madrid logró defenderse con más orden. Con la eliminatoria ya sentenciada, el equipo blanco amplió distancias en el tiempo añadido por medio de Morata, que había entrado a quince minutos del final por Benzema y que rubricó el 1-3 final.

A pesar de haber sufrido en la primera mitad, el Real Madrid pudo salir satisfecho del campo por haber conseguido un triunfo importante en uno de los estadios más difíciles de Italia.