El carbón no es negro, es verde, genera puestos de trabajo y España lo necesita por su dependencia energética del exterior". La férrea defensa de este mineral, tan menospreciado en los últimos tiempos, no procede de un trabajador o empresario del sector minero, sino del experto en energía Antonio Valero, director general del CIRCE (Centro de Investigación de Recursos y Consumos Energéticos) de la Universidad de Zaragoza. La prueba de que el carbón puede tener futuro, a pesar de los muchos obstáculos a los que se enfrenta en España, es el nuevo proyecto de investigación O2GEN, que con una dotación de 12 millones de euros y bajo la batuta del CIRCE, tratará de perfeccionar y economizar las tecnologías que permiten un uso limpio del carbón en las centrales térmicas.

La iniciativa, en la que participan cinco países europeos y con la implicación también de empresas como Endesa, desarrollará y demostrará nuevos y mejores procesos para convertir la generación eléctrica que utiliza la combustión de carbón en un proceso más eficiente y menos contaminante gracias a las tecnologías de oxicombustión y captura de CO2.

Esta nueva investigación, de tres años de duración, fue presentada ayer en rueda de prensa por el propio Valero, que coordina el proyecto, junto a Pilar Zaragoza, vicerrectora de Transferencia e Innovación de la Universidad, y Luis Miguel Romeo, director del Grupo de Oxicombustión y captura de CO2 del CIRCE. En nombre del Gobierno de Aragón también participaron los directores generales de Energía y de Investigación, Marina Sevilla y Miguel Ángel García, respectivamente.

PRUEBAS EN LEÓN En medio de las grandes incertidumbres que rodean al carbón, tras el drástico recorte de ayudas aplicado por el Gobierno, Valero reclamó el apoyo a este sector, por ser una fuente de energía autóctona que "no hay que pagar" al exterior como sí ocurre con el petróleo o el gas natural. Por ello, apostó por la investigación y el desarrollo de las tecnologías que permiten convertir a este mineral en una energía verde y competitiva.

O2GEN está financiado por la Comisión Europea dentro del séptimo Programa Marco de investigación (2007-2013) y cuenta con la participación de investigadores de once laboratorios y centros de investigación de cinco países europeos. Pero España es el mayor protagonista al aglutinar el 60% del trabajo, mientras que Aragón, con el CIRCE, coordina el proyecto, si bien, las demostraciones se llevarán a cabo en León, donde se ubica el CIUDEN, el centro de referencia europea en este campo.

Romeo explicó que el problema que presenta la oxicombustión, una tecnología ya conocida y contratada, es que su aplicación en las térmicas conlleva un elevado coste económico asociado al alto consumo de energía que precisa. Este hándicap es el que tratará de superar el proyecto 02GEN, que se marca como objetivo reducir al 50% estos costes energéticos.

Los resultados de este proyecto tendrán un "fuerte impacto" de componentes medioambientales, tecnológicos y económicos que podrían ser de utilidad para Endesa, cuya térmica de Andorra debe actualizar su tecnología a los requerimientos medioambientales europeos para seguir funcionando a largo plazo.

Por su parte, Marina Sevilla destacó, como complemento del proyecto del CIRCE, las labores de investigación que Endesa está llevando a cabo en el entorno de Pina de Ebro en busca de un almacén geológico para almacenar C02.