El Banco de España se ha convertido en el penúltimo organismo en revisar al alza sus previsiones de crecimiento y de empleo para la economía española a la espera de que el Gobierno pueda hacer lo mismo a final del mes de junio, en el mismo Consejo de Ministros en el que se prevé aprobar el techo de gasto para los Presupuestos del Estado del 2017.

El organismo que gobierna Luis María Linde, ha elevado al 3,1% su previsión de crecimiento de la economía para el 2017, tres décimas por encima de lo proyectado en su anterior informe del 3 de abril (el 2,7%). «Estos cambios se producen como resultado de una evolución reciente en el ámbito nacional e internacional más favorable», explica.

Para este ejercicio, el Banco de España proyecta un escenario con más crecimiento y una mayor tasa de creación de empleo (+2,9%, frente al +2,6%), que supone unos 50.000 puestos equivalentes a tiempo completo más respecto a lo proyectado en abril, hasta superar los 503.000 en un año.

De este modo, se estima que la tasa de paro puede bajar al 16,5% a final de año y que la inflación media del ejercicio se situará en el 2%, al tiempo que el déficit del conjunto de las administraciones descenderá al 3,2% del PIB (una décima por encima del objetivo oficial del 3,1%).

La nueva senda proyectada por el Banco de España anticipa que la tasa de paro puede bajar desde el 18,6% de la población activa de finales del 2016 al 13,2% en diciembre del 2019 (siete décimas por debajo de su anterior proyección, del 13,9%).

En su informe, el Banco de España también mejora tres décimas su previsión de crecimiento para el 2018 (del 2,2% al 2,5%) y mantiene en el 2,2% la tasa para el 2019.

Respecto al déficit publico, el organismo gobernado por Linde prevé que el saldo de las Administraciones Públicas se situaría a partir del 2018 por debajo del 3% del PIB. En concreto, se prevé una tasa del 2,6% para el año próximo (frente al 2,2% de la previsión oficial), y del 2,2% para el ejercicio del 2019.